Cuba recupera ese ritmo habitual de eventos y acontecimientos que conspira contra cualquier aburrimiento. De toda naturaleza, se superponen unos y otros mientras lamentamos no disponer de más tiempo para participar en todo.
En la cultura, después de la Bienal y la Feria del Libro, viene un mayo abundante en teatro. Bayamo se prepara para el Encuentro Internacional Primavera Teatral, adonde llegarán artistas, críticos e invitados de toda la Isla. Mientras se enlazarán en línea con experiencias de Venezuela, Colombia, México, Canadá, Brasil, Perú, Argentina y Dinamarca, según sus organizadores. En el Teatro Sauto se inaugurará pronto el 14 Festitaller Internacional de Títeres de Matanzas (Festitim), con el estreno de Clownpuerta de Teatro Tuyo.
En La Habana arranca mañana la Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño Mayo Teatral.
El Festitim y Mayo Teatral constituyen dos puntos esenciales de nuestra fisiología de citas escénicas y habrá que disfrutar su vuelta presencial. Son parte del diálogo continuo y esencial con nuestra región natural, nuestra América.
Ese legado se muestra vivo cuando cierran en La Habana las puertas de la Feria del Libro en la víspera de mayo y se abren las de Buenos Aires con nutrida presencia cubana. La delegación que allí nos representa asistió este martes a una, así llamada, Celebración al Teatro Cubano. Organizada por Manuel Santos Iñurrieta, el actor, dramaturgo y director argentino armó una lectura con base en fragmentos de obras de autores y autoras de la dramaturgia cubana, desde los clásicos hasta el presente.
Así estuvieron en la galería teatral Virgilio Piñera con Dos viejos pánicos, Abelardo Estorino y La casa vieja, Albio Paz y La Vitrina, Alberto Pedro y Manteca, Yerandy Fleites con Jardín de héroes, Nara Mansur con Educación sentimental y Fátima Patterson con Repique por Mafifa.
Ocurrió en la sala Raúl González Tuñón del maravilloso Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Floreal Gorini, en plena calle Corrientes. El director de Los Internacionales Teatro Ensamble, convocó a Claudio Gallardou, Santiago Doria, Gabriela Perera, Diana Kamen, Marina García, Rodrigo Isequilla y Juano Villafañe, director artístico del CCC.
También hubo música y poesía. Débora Infante emocionó con sus canciones a partir de textos de Martí, y se leyeron poemas de Villena y Retamar, junto a pasajes de Sergio Saíz Montes de Oca y de Palabras a los intelectuales, de Fidel.
Cuentan que Manuel Santos agradeció a los cubanos presentes y a algunos otros que colaboraron con él en la concepción de esta cantata teatral, pero no, somos nosotros quienes le agradecemos a él y a su equipo por esta belleza del corazón, el compromiso, la solidaridad y la cultura.
El frío del sur porteño desapareció en el abrazo cálido de la hermandad con palabras hermosas sobre el teatro cubano y el papel de la cultura, me contó otro amigo desde allá. Preciosa bienvenida a las lluvias teatrales de mayo.