Cienfuegos, 30 abr (ACN) Irán Millán Cuétara, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos (OCCC), mereció la condecoración de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, un premio a quien ha dedicado su vida profesional a la salvaguarda del patrimonio de la conocida como la Perla del Sur.
De manos de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Millán Cuétara recibió este viernes en su pecho la estrella que lo identifica como Héroe, en el Salón de Protocolo del Consejo de Estado “El Laguito”.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, el también Hijo Ilustre de Cienfuegos declaró que tan alto estímulo lo tomó por sorpresa, “no lo esperaba, cuando recibí la orden Lázaro Peña de Primer Grado y estaba en la segunda fila, detrás de aquellos Héroes y Heroínas, lo veía como algo lejano e inalcanzable para mí.
“Los que han merecido tal condición con anterioridad son personas con años de esfuerzo, de poca presencia en el entorno familiar porque han estado la mayor parte del tiempo trabajando por alcanzar resultados en diferentes esferas, expresó.
“Estoy pletórico de felicidad y debo el lauro a mi familia, integrada por mi esposa, mi hijo, mi nieta y mi suegra, ella siempre me ha apoyado para poder desempeñar mis funciones desde casa, afirmó.
“Ha sido importante al acompañamiento y el aprendizaje constante de mi equipo, lo cual ha permitido visibilizar el trabajo de la OCCC en los últimos tres lustros, destacó.
“También doy gracias a mis padres, mis hermanos, una familia muy humilde proveniente del Mariel, antes perteneciente a la provincia de Pinar del Río, manifestó.
“Ellos me enseñaron valores y me impulsaron para que yo siguiera estudiando y pudiera materializar mis aspiraciones profesionales, agregó.
Pero sobre todo, resaltó, agradezco a la Revolución ya que me dio la posibilidad de convertirme en arquitecto ─una carrera solo para personas pudientes antes de 1959─, y porque también creó los escenarios para que cada cubano pudiese proyectarse, desarrollarse, soñar y construir su futuro.
Para Millán Cuétara, la clave para lograr los propósitos está en creer en los sueños y materializarlos con esfuerzo, honestidad, transparencia y compromiso, para lograr así una coherencia en el quehacer diario.
Con la modestia y humildad que lo caracterizan, Irán aseguró que nunca ha trabajado para recompensas, pero su extraordinaria labor desde 1977, entregado en cuerpo y alma a la protección del fondo construido y el patrimonio cienfueguero, propició que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura le otorgara primero la medalla Jesús Menéndez y después la orden Lázaro Peña de III, II y I Grado.
Además, avalan su exitosa carrera los lauros nacionales de Arquitectura, de Patrimonio, del Hábitat y del Barrio, el último conferido por los Comités de Defensa de la Revolución, así como más de 15 años como Vanguardia.
Sin dudas, un título honorífico de igual magnitud para este pinareño devenido cienfueguero, quien ha dedicado la mayor parte de su vida a hacer de la urbe un lugar mejor y más próspero.
Un premio para un hombre que no “disfruta la ciudad, sino que la sufre”, como suele decirle su compañera de vida por más de cinco décadas.