Angela Alvarez siempre soñó con ser una estrella, subirse a un escenario e iluminar el mundo con su voz. Y lo logró a partir de los 90 años de edad.
“Yo pienso que la música es el lenguaje del alma”, dijo durante una larga entrevista con Televisión Martí.
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Desde muy temprana edad, Angela se transportó a otro mundo sin tan siquiera poner un pie fuera de su casa. Fue en su Camagüey natal donde aprendió cómo mecerse con los sonidos sensuales de los años 30 que emanaban de su radio. Con los ojos cerrados, imaginaba interpretar aquellas melodías en su propio idioma…textos nacidos al amparo de su sensibilidad, tarareados en la intimidad de su hogar pero al mismo tiempo escondidos al mundo entero por un espacio de 75 años.
“Tú con la música puedes hacer tantas cosas lindas”, señalaba. “Puedes soñar despierta, y en una música linda cierras los ojos y puedes hacer un viaje por algún lugar que hayas conocido. La música transforma los sentimientos de uno cuando es una música bonita. Yo adoro la música”.
Con solo 12 velitas de cumpleaños, comenzó a componer canciones que tocan el corazón: temas como el amor, la añoranza, la soledad y la felicidad. Juntas, estas emociones formaron parte de numerosas antologías que guardan los recuerdos más íntimos de su vida…los que la hacen reír y también llorar. Estas huellas se han transformado en una sinfonía de su crianza en Cuba, su adolescencia, su partida de la isla en 1962.
Hoy, siete décadas más tarde, Angela, quien vive en el estado de Louisiana, en el sur de Estados Unidos, sigue puliendo ese mismo talento que desarrolló de joven.
“Bueno, la primera (canción) fue en Cuba…ese canto, ‘Amor’, y la última, ahora estoy componiendo otra en estos momentos. Cuando yo llegué aquí a Estados Unidos yo tenía 35 años”.
Durante los años 30, Angela desarrolló un don musical y un deseo de convertirse en una cantautora profesional. Pero sus sueños no se cumplirían en ese momento. Su padre se lo prohibió al matricularla en un internado donde aprendería un oficio.
“Y entonces un día cuando ya yo me gradué del high school, él me dijo, ‘Bueno, mi hija, es tiempo de pensar qué quieres. Va ir a la universidad? Te gustaría estudiar?’ Y yo le dije, ‘Bueno, yo quiero ser cantante’. Y entonces él me dijo, ‘Bueno mi hija, a mi no me gustaría que tú cantaras al mundo. Canta para la familia, pero no, no me gustaría…tú, mi única hija’. Y entonces pues como yo lo quería mucho, lo complací…En ese momento me sentí muy mal, muy mal,...