Nuevos retos productivos, en saludo al Primero de Mayo, distinguen por estos días a los hombres de piel curtida de Casilda. La reparación de embarcaciones y confección de artes de pesca caracterizan su intenso quehacer
La totalidad de las embarcaciones recibirán un mantenimiento con vistas a futuras campañas de captura. (Fotos: Juan Carlos Naranjo)
La flota langostera de Casilda saluda el Primero de Mayo inmersa en un proceso de mantenimiento de cada una de sus embarcaciones para lo cual aprovechan los meses de veda del crustáceo, etapa que se extenderá hasta mediados de junio cuando rompa el período más productivo y las diferentes tripulaciones salgan nuevamente tras la ruta de las denominadas Reinas del Caribe.
En declaraciones a la prensa Osvaldo Luis Oliva, director de la Unidad Empresarial de Base Pescasilda, dijo que los integrantes de dicha fuerza arriban a esta importante efeméride con el aval de haber capturado, en los dos primeros meses de este año, 47 de las 18 toneladas previstas, sin duda aporte que los distingue por tratarse de uno de los rubros exportables más significativos del territorio.
Se trata —afirmó— de crear condiciones a las diferentes embarcaciones para que, una vez finalizada la veda, salgan a rastrear los escenarios de capturas que se enmarcan en las zonas de Macho Afuera y Bretón con el propósito de completar el compromiso productivo de este año, equivalente a 172 toneladas.
Por su parte, la UEB dispone de unas 3 000 planchas de fibrocemento y tiene contratada en Camagüey una cifra considerable de palma jata, material destinado a la fabricación de pesqueros elevables, lo que permitirá incrementar estos medios de labor por embarcación. En tanto, los buzos se someten al correspondiente chequeo médico para declararse aptos y poder asumir las labores de inmersión, un ejercicio que realizan a puro pulmón, siendo prácticamente los únicos en la isla que lo aplican durante el proceso de extracción de la langosta del fondo marino.
Luis Oliva, apuntó, además, que la pausa productiva de la flota langostera no es sinónimo de descanso, por el contrario, ahora se trabaja en la capacitación de unos 28 jóvenes que aspiran a integrar la nómina.
Asimismo se labora en la custodia de la zona de pesca y la captura del cobo, una de las especies consideradas exóticas y con alta demanda en el mercado internacional, tarea que se realiza bajo estricto control biológico para no afectar la biomasa en desarrollo.
