Aunque es poco dado a aparecer en los medios de prensa, cuando estos reflejan la labor de Ernesto Santiesteban Velázquez, recientemente reelecto como primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en Holguín, por lo general lo muestran en recorridos por centros de trabajo y comunidades, en medio de intercambios con la población, los que considera imprescindibles.
Por esa razón, confesó a Granma que días atrás, en Yabazón, un barrio rural del municipio de Gibara, un niño le ofreció una lección de amor a la Patria al defender el derecho a vestir el uniforme escolar. Para el sábado que estaba por venir se había planificado recorrer El Coco, en las proximidades de la ciudad de Holguín. El propósito, dijo, sería conversar con las personas sin eludir temas complejos.
–¿Constituye el renovado trabajo que el Partido realiza en los barrios una de las vías para preservar la autoridad política ante el pueblo?
–Si bien nunca se ha dejado de trabajar en los barrios, lo cierto es que el dinamismo que el Partido le ha impreso en la etapa actual incentiva el carácter participativo de nuestra organización y facilita la labor política.
«El vínculo permanente con los barrios debe sostenerse. Además de establecer una relación para abordar el enfrentamiento a los problemas materiales vinculados con la reparación y mantenimiento de instalaciones sociales y la vivienda, el Partido tiene la oportunidad de orientar, comunicar, informar. Creo que lo más rico de ese proceso es la posibilidad de retroalimentación que nos ofrece, al ponernos al tanto de los problemas en los que debemos concentrar la atención.
«En los barrios, la gente aporta muchos conocimientos e información. Es una relación creativa, que revela el potencial que tenemos en las masas en cuanto a propuestas de soluciones a las cosas que nos afectan.
«Para el Partido, es esencial nutrirse de esas ideas para definir su agenda de trabajo y planes de temas a discutir. Estimo que también debemos permanecer atentos a lo que nos llega por medio del sistema de opinión del pueblo. Al mismo tiempo, se debe abrir cada espacio posible, a través de teléfonos, del correo electrónico y de las tecnologías en general, para que la población nos traslade todo tipo de situación que le preocupe, y que, además de identificar los problemas, sugiera soluciones».
–Pero el Partido, hacia lo interno, también tiene el reto de ser más democrático y participativo. ¿Cómo concretarán esa visión en lo adelante en la provincia?
–Durante el proceso asambleario desarrollado por la organización en los municipios y en el conjunto de encuentros realizados por sectores después de la Asamblea Provincial de Balance, los militantes, para que representaran a diversos sectores, invitaron a las discusiones a personas que no pertenecen a nuestra organización, entre ellas jóvenes. Las opiniones manifestadas en esas reuniones nos demuestran que debemos andar por ese camino si queremos que nuestro Partido sea más democrático.
«Hoy no podemos concebir una reunión de un núcleo donde no exista participación de los trabajadores o miembros en general del colectivo de trabajo o estudio, más allá de si es o no militante.
«Puede que exista un tema de la vida interna del Partido que sea conveniente discutirlo con sus miembros en un momento determinado, pero la realidad dice que la mayoría de los asuntos abordados en los núcleos son inherentes a la sociedad y a los colectivos, por lo que no deben ser debatidos a puerta cerrada.
«Está demostrado que, en cualquier entidad, cuando se tienen en cuenta las opiniones de los trabajadores, además del enriquecimiento del debate, aparecen soluciones a los problemas.
«Sobre todo, hay que invitar a los jóvenes. Creemos en ellos por sus conocimientos, creatividad y deseos de participar en las transformaciones que necesita la sociedad».