El espirituano Jorge Rojas (Máster-A) se convirtió en el héroe de la segunda etapa, considerada la reina de la Carrera Mountain Bike Viñales 2022 por el trazado eminentemente montañoso y que exigió el más alto nivel técnico de los 40 “todoterrenos”.
Rojas, muy habilidoso sobre su montañesa, pudo sortear mejor los tramos más difíciles tanto en subidas como en las peligrosas bajadas por la diversidad de obstáculos naturales, y consumió los 36 kilómetros en 1 hora, 58 minutos y 42 segundos.
Como otros no escapó de momentos de incertidumbre en que casi pierde la ruta, pero de inmediato volvía a ubicarse entre los punteros hasta que en el último tramo pudo mantenerse delante y obtener la ventaja de más de un minuto sobre sus más cercanos perseguidores, lo que le concedió la victoria parcial.
Le siguieron su coterráneo Álvaro Cardoso M-A/2:00.15) y el habanero José Miguel Rodríguez (M-B/2:00.18), este ganador en la primera etapa y líder de la clasificación general con un total de 3:45.10 horas.
En cuarto lugar cruzó la raya de sentencia frente al campismo Las Hermanas en el Valle de Viñales el también capitalino Marcos A. Rojas (Élite/2:04.11) y sus coprovincianos Leandro Elizalde (E/2:05.11), Iyolexis Hernández (M-B/2:05.12) y Fernando Pedroso (M-A/2:05.12).
Completaron el Top Ten sabatino el juvenil de Sancti Spíritus (2:09.41), el artemiseño Alexander Casas (M-C/2:09.50) y el habanero José Manso (E-2:09.51).
Cardoso con una suma de 3:47.04 y Marcos 3:51.11 son los que le siguen al puntero José Miguel, en tanto en la pugna entre damas la encabeza la habanera Kelly Méndez, quien no bajó el ritmo y volvió a ser la más destacada al pasar en el puesto 19 y en el 23 la espirituana Yeranis Morejón.
Este domingo los “todoterrenos” saldrán nuevamente rumbo al lomerío para cumplir con la tercera y última etapa, con menos trances técnicos, pero en definitiva exigente por lo extenso del recorrido: 66 km entre el campismo hasta Cayo Jutías.
El 70% del trayecto será muy montañoso y los últimos 15 kilómetros en un incómodo terraplén cuando el sol más calienta. Para remate, además del cansancio acumulado, tendrán que dar los últimos pedalazos sobre la arena, pero en un paradisiaco escenario que les espera como para mitigar ese agónico esfuerzo.