Cienfuegos será la sede de las actividades centrales por el aniversario 61 de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap), reconocimiento que es motivo de júbilo para sus más de 20 000 asociados.
Yazmín Jiménez Álvarez, presidenta de la organización en el territorio, está convencida de que la cooperativa, junto con su organización de base y todo lo que hay en el entorno, es la protagonista del lugar y responsable de todo lo social, económico y productivo.
También admite que «ha sido un año duro, de muchas adversidades, con un bloqueo recrudecido, donde los campesinos han tenido que producir sin recursos y con sus propios esfuerzos, buscando iniciativas».
Del compromiso que tiene ese capital humano habla el trabajo realizado durante los momentos más complejos de la pandemia. Por aquellos días «estuvimos inmiscuidos en el apoyo a los centros de la Salud, aportando comida, ganado… Los que tenían derecho a sacrificar se desprendieron de diez toros para donárselos a los centros de la Salud con el objetivo de apoyar al país en el enfrentamiento a la COVID».
¿Qué impacto han tenido las medidas para impulsar la producción de alimentos?
«Hemos obtenido mercados que han permitido menos intermediarios. Tenemos el reto de bajar los precios, a pesar de las dificultades, ver cuánto más le podemos mejorar (el servicio) a nuestro pueblo, bajar esos costos.
«Ahora estamos inmiscuidos en sembrar, porque sembrando más podemos tener la alimentación para el pueblo, aunque no es algo resulto. Trabajamos con los módulos pecuarios, que es algo que tenemos pendiente aún, pero consideramos que los campesinos cienfuegueros han hecho un esfuerzo extraordinario, a pesar de las dificultades».