LA HABANA, Cuba. — La editorial de Miami UnosOtros, que dirige el incansable y apasionado melómano Armando Nuviola, acaba de publicar un nuevo libro del escritor y periodista Joao Pablo Fariñas: Estrellas de la música afronorteamericana (1950-1980).
Como su título indica, el volumen hace un minucioso recuento de la vida y obra de los principales intérpretes de la música negra norteamericana —jazz, blues, rhythm and blues, soul, funk— durante las tres décadas en que se consolidó, alcanzó su mayor esplendor y se difundió por todo el mundo.
El libro no se limita al consabido y extenso listado de artistas y discografías que es de esperar —desde Billie Holiday y Muddy Waters hasta Michael Jackson, George Benson y Al Jarreau, pasando, claro está, por Ray Charles, B.B King, Chuck Berry, Little Richard, Sam Cooke, Otis Redding, Aretha Franklin, James Brown, Diana Ross, Smokey Robinson, The Temptations, Stevie Wonder, Marvin Gaye, Tina Turner, Gladys Knigth, Al Green, Isaac Hayes, etc—, Fariñas va mucho más allá y ubica a esta música y sus intérpretes en el contexto socio-político-cultural de su época, y detalla minuciosamente las etapas que atravesó, desde que McKinley Morganfield (alias Muddy Waters), luego de emigrar de la plantación de Clarksdale, Mississippi, a Chicago, enchufara su guitarra e iniciara el blues eléctrico, hasta la grabación por Michael Jackson de los álbumes Off the Wall y Thriller, producidos y orquestados por Quincy Jones.
El autor también analiza críticamente las principales disqueras (Tamla Motown, Stax, Atlantic) y sus características, los más importantes compositores, productores e instrumentistas, y dedica un capítulo entero al popular programa televisivo Soul Train, que conducía Don Cornelius.
Por si fuese poco, el libro cuenta, como refuerzo, con un prólogo de lujo, escrito por el narrador y ensayista Francisco López Sacha, un gran conocedor del rock y la música soul.
Probablemente, por su minuciosidad, sea el libro mejor y más completo que se haya escrito en idioma español sobre la música negra norteamericana. Lo curioso es que su autor, Joao Fariñas, reside en La Habana, Cuba, donde, desde inicios de los sesenta y hasta bien entrada la década de los setenta, la música norteamericana e inglesa estuvo proscrita por ser considerada deformante e ideológicamente nociva.
Resulta llamativo, teniendo en cuenta su edad —aún no ha cumplido los 43 años—, el interés y el gusto casi compulsivo de Fariñas por la música de los años sesenta, setenta y ochenta, a la cual ha dedicado cuatro de los siete libros que ha escrito: Dos décadas de música: el sonido anglosajón de 1960-1980, El largo y tortuoso camino de los Beatles, Una década de música: el sonido anglosajón de los 80 (publicados en Cuba por la Editorial Arte y Literatura en 2011, 2014 y 2017, respectivamente) y uno sobre Michael Jackson que publicó la Editorial UnosOtros en 2018.
Ha explicado Fariñas que esa música, esas canciones que prefiere, particularmente las de Los Beatles, son las que escuchó en su casa, con sus padres, desde que era niño. Es como si la tuviese insertada en su ADN.
En la introducción a Una década de música, el sonido anglosajón de los 80, escribía Fariñas: “Siempre amé la música y recuerdo con memoria fotográfica los detalles de la época, cuando grabar un cassette o conseguir un disco de vinilo era una hazaña. Nadie me lo contó, lo viví con gran pasión”.
El autor afirma que las carencias, dudas, interrogantes e insatisfacciones sobre la música que le apasiona las has logrado suplir con las investigaciones que ha hecho para sus libros. Con ellos se propone suministrar a los lectores la mayor cantidad de información posible. Y no hay dudas de que lo ha conseguido.
Por correo electrónico le pregunté el porqué de este libro sobre la música afronorteamericana, y respondió: “Es inmensa su importancia. Sin ella, hoy el universo sonoro fuera diferente. Para que existieran ´Los Beatles´ y los Rolling Stones tuvo que existir primero la música negra, que fue definitoria en sus carreras”.
Es cierto, no tiene Fariñas que convencernos. No se concibe qué hubiese hecho Eric Clapton si no hubiesen existido antes Robert Johnson y B.B King, ni Led Zeppelin, ni los mismísimos Rolling Stones, que tomaron su nombre de la letra de un viejo blues de Muddy Waters: “…rolling stone gather no moss” (las piedras que ruedan no crían musgo).
A mí, que soy un fiel amante del blues y el soul, este libro de Farinas, como el que dedicó a Los Beatles hace ocho años, me deslumbró. Se los recomiendo. Está disponible en Amazon.
Otro motivo de agradecimiento a Armando Nuviola y la editorial UnosOtros, donde Joao Fariñas —que también es un apasionado del béisbol— anuncia la próxima aparición de su libro Germán Mesa, el mago del campo corto.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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