«Nunca debemos olvidar que somos servidores públicos», dijo a Granma Manuel René Pérez Gallego, pocas jornadas después de haber sido ratificado como primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Las Tunas, cargo que desempeña con responsabilidad y acierto desde 2019.
Ha sido una etapa difícil. La aplicación de nuevas medidas arreció el bloqueo estadounidense contra la Isla y colocó contra las cuerdas nuestro panorama económico. Por si fuera poco, una pandemia puso a prueba no solo los engranajes del sistema sanitario, sino la capacidad de todos los sectores de hacer frente a situaciones extremas y, aunque la provincia salió bastante airosa, no fueron pocos los desvelos y las decisiones audaces que, en su momento, hubo que tomar.
El periodo que ahora comienza, tras un enriquecedor proceso de balance, lo sorprende pensando, desde la dirección colectiva, en nuevas maneras de hacer; de acercar aún más la organización a la gente, para que se sientan verdaderamente representados e identificados con el Partido, ese que es uno solo porque es del pueblo.
En el diálogo nos habla de las prioridades en las que pondrán mayor énfasis, que no son otras que los asuntos que más preocupan a los tuneros. La lista la encabezan la producción de alimentos y el incremento en los precios de los productos, además de la situación del fondo habitacional, pues, aunque existe una estrategia hasta 2030 para la construcción de viviendas, no ha sido posible cumplirla, a pesar de los esfuerzos.
«Hay que hacer un mejor uso de la tierra, sembrar y sembrar, desarrollar los polos productivos, aplicar y aprovechar mejor las 63 medidas aprobadas para impulsar la actividad agropecuaria, atender mejor a los productores y potenciar la empresa estatal socialista», señala Pérez Gallego, también miembro del Comité Central del PCC, al referirse a las acciones que pueden garantizar el autoabastecimiento y la soberanía alimentaria del territorio.
Al preguntarle cómo pueden los militantes resolver los problemas que existen en su radio de acción, la respuesta es tajante: «Lo primero es ser ejemplo, ser más combativos, más eficientes en su trabajo y en las tareas que les corresponden, ser exigentes y autocríticos, discutir de manera transparente cada dificultad, ese es el aporte que puede dar un militante en cada lugar donde esté».
Tras una amplia trayectoria como cuadro, el dirigente político tiene muy claro que los núcleos son el principal escenario de discusión. «Para el Partido el núcleo es la esencia porque acoge la vanguardia, pero algo que debe distinguirlo es que en cada proceso cuenten con todos los trabajadores y con los jóvenes, que escuchen sus criterios y experiencias. Ser cada vez más inclusivos fortalece la organización.
«Los jóvenes son el presente y el futuro, tenemos la responsabilidad de formarlos y para lograrlo debemos escucharlos, promover sus ideas y proyectos de vida. Ellos ayudan a cambiar viejos métodos. Seguiremos avanzando en la medida en que les demos la posibilidad de participar en la construcción de una sociedad más próspera y más justa, como lo han hecho en el enfrentamiento a la COVID-19 y en muchos otros frentes».
Entre los desafíos que entraña el trabajo de la organización en una provincia, Manuel Pérez Gallego menciona los que a su juicio son más importantes: «Seguir fortaleciendo la unidad del pueblo y todos los factores en torno al Partido, porque es este el que mejor puede promover que el Gobierno y todas las instituciones trabajen juntos para darles solución a las preocupaciones de las personas.
«Otros retos son dinamizar la relación con el pueblo, contar con una militancia cada vez más sólida, trabajar incansablemente por el desarrollo económico y social de nuestra gente, y aprovechar mucho más la inteligencia colectiva».