“Un barco cargado de libros, de sueños, de literatura, de poesía” llegó a La Habana en enero pasado. “Ahí venían Juan Rulfo, los mitos indígenas, libros de ciencia y tecnología, y eso me parece que fue el inicio de este enorme festejo”, expresó Miguel Díaz Reynoso, embajador de México en Cuba, refiriéndose al buque Huasteco de la Armada mexicana, que trasladó unos 26 000 libros para la 30 Feria Internacional del Libro, que del 20 al 30 de abril tendrá lugar en la capital, y que luego se extenderá al resto del país, teniendo a México como país invitado de honor.
A la Mayor de las Antillas “hay que agradecerle que juntos volvamos a decirle a los pequeños, a los mayores, a los lectores de Cuba: ‘Aquí estamos, cumplimos’. Y así como hace dos años México necesitó la mano amiga y le pidió ayuda a Cuba con los médicos, y Cuba los dio, un año después Cuba solicitó apoyo de México y México lo dio (…). Vino un barco cargado de libros, de cultura”.
Al rememorar ese instante se refirió a la cercanía entre ambas naciones, unidas por una “estrecha hermandad”. Precisamente por ello esta fiesta de la literatura —la más grande que tiene lugar en nuestro país— representa, según Díaz Reynoso, “una nueva etapa, un nuevo escalón muy significativo, de excelencia, de las relaciones culturales entre México y Cuba”.
Sobre este lazo fraterno que hoy hace posible el apoyo mutuo en distintas esferas, los dos países han demostrado constantemente su decisión de aunar fuerzas. En tal sentido, el diplomático hizo hincapié en el contexto en el que llegamos a la Feria: “Venimos después de haber dado una muy clara prueba de la vinculación cultural e histórica, con la enorme fiesta en Guanajuato en el Festival Cervantino. Eso es una prueba de lo que podemos hacer juntos, por eso ahora estamos muy entusiasmados en la defensa conjunta del bolero como Patrimonio de la Humanidad”.
Luego de un largo encierro anhelando volver a salir, mexicanos y cubanos tienen enfrente esa posibilidad a través de los libros, de ahí que más de una veintena de autores mexicanos serán visibilizados en unas 50 presentaciones como parte de la Feria, en la que herencia y contemporaneidad tendrán un espacio privilegiado con la presencia de textos de grandes de las letras aztecas, como son Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz, Amado Nervo, Rosario Castellanos y otros escritores, reconocidos y noveles.
“Viene una delegación muy importante y una muestra artística muy grande, tanto en la literatura, en la narrativa como en el programa artístico”, precisó, lo cual representa “una muestra de la pluralidad, de la diversidad” imperante en esa nación.
“Hay muchos Méxicos en un solo país y se ha buscado que se represente esa enorme diversidad en la Feria. Viene una muestra de las diversas manifestaciones: música, teatro, la gama enorme del folclor, el arte contemporáneo, con exposiciones. El público va a poder reconocer lo tradicional, lo que se conoce y se disfruta mucho en Cuba hasta la última parte de la Isla. Pero también nos importa que se conozca lo nuevo, qué está pasando en México después de Frida y de Diego, eso queremos compartir”, enfatizó.
A esta 30 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana llega una visión actual de México, pero sin obviar la raíz. Narrativa y poesía se encargarán de difundir las tradiciones indígenas, la misticidad ancestral que envuelve a ese pueblo.
“La presencia mexicana viene con todo”, aseguró el embajador Díaz Reynoso, y sin titubeos anunció las actuaciones del Ballet Folclórico Nacional; la Compañía Nacional de Teatro; la cantante Eugenia León, artista amiga de Cuba; de las agrupaciones Los leones de la Sierra; Cuchumbé y otros creadores de distintas ramas del arte.
Asimismo, habrá talleres de creación de proyectos editoriales, un ciclo de cortometraje mexicano en la Sala 1 del multicine Infanta, del 20 al 24 de abril y varias exposiciones fotográficas, entre las que destacó: La espina y el fruto, sobre retratos microscópicos de la vegetación, y México y Cuba, naciones hermanas en 80 fotos.
Esta última es “una exposición que nos interesa que se conozca en Cuba”. Contó que ha sido un gran dilema para el diseño: “¿Cómo reflejar en 80 fotos de mediano formato esta enorme y rica relación?, ¿cómo meter la historia, la política, la diplomacia, el espectáculo, el boxeo, la música, el baile, la literatura, las relaciones de amistad de los pueblos?”.
En el enrejado del Palacio del Segundo Cabo, en La Habana Vieja, el público podrá acercarse a esas imágenes que reúnen más de 500 años de hermandad y que a través de un código QR invitarán a los espectadores a indagar en textos, discursos, escenas relacionadas con cada fotografía.
Por otra parte, uno de los momentos cumbres de esta cita será la apertura de una librería del Fondo de Cultura Económica, que llevará el nombre de Tuxpan y permitirá al público lector cubano acceder a numerosos textos clásicos de la literatura mexicana y universal.
Aunque por segunda ocasión México es país invitado de honor, para la nación azteca “no es una feria más, para nosotros no es la feria del año 2022, es la feria que esperábamos, es la feria que construimos, es la feria que nos interesaba apoyar e impulsar y es un honor ser el invitado. México se ha preparado para cumplir con esta alta responsabilidad, con esta noble invitación”.
