En las guerras, sean cuales sean, se mutilan familias, mueren civiles, se destruyen viviendas y pueblos y se provoca el caos y la inestabilidad.
Pero resulta que los conflictos en los cuales se involucran potencias –como es el caso del que ocurre entre Ucrania y Rusia– liderado allende los mares por el pensamiento militar, económico y mediático de Estados Unidos y la OTAN–, se unen los daños antes mencionados, con otros muy importantes como la pérdida de ética de quienes aprovechan la muerte y la destrucción a favor de las ganancias multimillonarias por la venta de armamentos y la aplicación de sanciones.
Se da el caso, por estos días, de una verdadera competencia occidental para ver quién da más armas a Ucrania. La porfía la preside, como es lógico, Estados Unidos y su complejo militar industrial, y se unen a ella, como hiedras genuflexas, gobiernos europeos e instituciones del Viejo Continente, involucrados en la avalancha de sanciones contra Rusia, acción que afecta –¡y de qué manera!– a las propias naciones europeas.
Resulta, además, lamentable e incomprensible, escuchar a funcionarios de la ue llamando a la guerra como única opción, y haciendo énfasis en el aporte de miles de millones de euros para ayuda militar a Ucrania.
El masoquismo y la ceguera política aparecen como enquistados en las estructuras diplomáticas y hasta militares muy atentas a las órdenes de Washington. De todo hay en esta especie de festín letal donde la UE y EE. UU. bailan en pareja.
Realidad Mediática
–«El Gobierno de EE. UU. aprobó un nuevo paquete de asistencia militar por 750 millones de dólares a Ucrania», informó el periódico The Hill, citando a una fuente oficial.
–«El Consejo de la Unión Europea acordó asignar a Ucrania 500 millones de euros más en calidad de ayuda militar, con lo que la asistencia militar de Bruselas a Kiev ascenderá en total a 1 500 millones de euros», informó el organismo comunitario.
El jefe de la diplomacia de la Unión, Josep Borrell, citado en la nota, afirmó que la organización que representa considera importante «reforzar la ayuda militar a Ucrania».
–La ministra de Defensa de España, Margarita Robles, dijo que no se descarta el envío de armamento pesado a Ucrania, aunque advirtió que Madrid no lo tiene previsto, por las dificultades logísticas que supondría.
Hasta el momento, España envió a esa nación 12 aviones cargados con armamento ligero, incluyendo lanzagranadas y ametralladoras, para ayudar a Kiev a hacer frente a la operación militar de Rusia.
–Otro de los acostumbrados deslices del mandatario estadounidense Joe Biden: en un discurso confundió a Ucrania con China.
«La invasión en Ucrania, por parte de Putin, ha hecho subir los precios del petróleo y los alimentos por todo el mundo. Dos de los productores de granos más grandes del mundo, China y –lo siento– Ucrania y Rusia, ya no hacen lo que hacen normalmente, por lo que todo está subiendo», dijo el hombre que es presidente de la mayor potencia mundial.
Recordemos que, el pasado mes de marzo, Biden llamó iraníes a los ucranianos, mientras hablaba de la crisis actual.