Imran Khan, ex primer ministro de Pakistán —al que se culpa de la crisis económica y de la espiral inflacionista que sufre el país— se convirtió el pasado sábado en el primer ministro de la historia de esa nación en ser expulsado del poder a través de una moción de censura, votada por el Parlamento, en donde la oposición obtuvo la mayoría al asegurar el apoyo de 174 de los 342 legisladores, luego de que la coalición gubernamental sufriera varias deserciones en sus filas.
A este procedimiento se llegó tras su viaje a finales de febrero pasado a Moscú para reunirse con Vladímir Putin, y comprar gas y trigo pese a las sanciones occidentales, además de mantener una postura neutral respecto a la operación militar de Rusia en Ucrania.
De acuerdo con Russia Today (RT), Imran Khan abandonó su residencia oficial y «salió con gracia y no se inclinó», mientras que la ministra de Derechos Humanos, Shireen Mazari, mencionó a Estados Unidos como parte involucrada en la destitución. «EE. UU. nos dijo que, si se elimina a Imran, Pakistán será perdonado. Yo pregunto ¿quién diablos es Estados Unidos para perdonarnos?», manifestó.
Por su parte, el vicepresidente del Parlamento, Qasim Suri, previamente había rechazado la moción de censura al calificarla de «inconstitucional», contraria al artículo 5 de la Constitución, que declara la lealtad al Estado como el deber principal de todo ciudadano de Pakistán.
«La oposición presentó una moción de censura contra el primer ministro Imran el 8 de marzo, y debe acatar la Constitución y la ley. No se permite ninguna conspiración extranjera para derrocar al Gobierno electo en Pakistán», había señalado entonces Suri.
En ese momento, el presidente de Pakistán, Arif Alvi, aceptó la recomendación de Khan de disolver la Asamblea Nacional. Además, el primer ministro anunció que se realizarían elecciones generales dentro de un periodo de 90 días y, mientras tanto, continuaría ejerciendo las funciones propias de su cargo. En aquel entonces, Khan denunció que la iniciativa para destituirlo era fruto de una «conspiración extranjera», denuncia RT.
La Corte Suprema del país dictaminó anular la disolución del Parlamento, tras calificar de «contrarias a la Constitución» a esa medida y a la convocatoria de elecciones anticipadas, acto que declaró como «nulo y sin efecto», y a su vez ordenó convocar a una sesión del Parlamento el 9 de abril y realizar una votación sobre la moción de censura en contra de Khan, en la que finalmente el primer ministro fue destituido de su cargo.