La Guaira, Venezuela.—Berenitce Sánchez se abre paso entre la muchedumbre, con la pierna renca por «el impacto de una caída», pero sonríe como si la burla al dolor estuviera en sus manos que sostienen «los analgésicos y antibióticos que necesito».
—¿Cuánto les costaron?
—«Bueno, estee…, son escasos, ¿sabe?; y cuando aparecen, ¡uf!, ¡muy caros!; sobre todo pa gente como yo, pue (jubilada). Y mire usted, aquí no nos cuestan nada, mi gobierno y los doctores cubanos hacen esto para aliviarnos», dice, mientras señala con un dedo a los «batas blancas» que atienden a la gente allí mismo.
«Unas personas hacen ejercicios de rehabilitación, otras esperan su turno para la consulta médica, reciben las medicinas que acaban de recetarles, o pasan a locales contiguos, donde les practicarán exámenes más profundos.
«Los exteriores del Instituto del Seguro Social, en el estado La Guaira, son enjambres humanos atraídos por la Jornada Asistencial Comunitaria, que el gobierno bolivariano instrumenta en favor de los más humildes, actividades frecuentes», detalla el doctor Rodolfo Sánchez, de la misión médica de Cuba. «Aportamos servicios de diagnósticos, Laboratorio Clínico, Sistema Ultra Micro Analítico (SUMA), ultrasonografía, electrocardiografía y consultas de Medicina General Integral».
Todas las miradas se dirigen, de pronto, a un extremo de la instalación; ha llegado alguien, y las personas les muestran afecto; «bienvenido, Dios lo bendiga», dice una mujer; con similar familiaridad reacciona el recién llegado, José Alejandro Terán, gobernador de La Guaira; se detiene, pregunta, escucha, responde; sus manos colocan fe sobre los hombros del pueblo que encara una crisis agravada por el asedio económico de los gringos, quienes, al parecer, y por el conflicto de Ucrania, buscan acercamiento con Venezuela.
«Ellos tienen intereses, no amigos —opina Terán—; han sostenido la farsa de un gobierno de Narnia aquí (el interino autoproclamado, Guaidó); ahora necesitan petróleo venezolano, y vienen a conversar con el Presidente legítimo que el pueblo eligió: Nicolás Maduro. Tal como él mismo ha dicho, si vienen con respeto y reconocimiento, no tenemos problemas en conversar.
«Mientras tanto, para proteger a las víctimas de la guerra económica, hacemos Jornadas Comunitarias como esta, siempre con las misiones de Cuba en la vanguardia, demostrando que no existe frontera cuando se trata de luchar por lo justo, como lo hacen ellos aquí, en áreas de atención social. Pese al bloqueo y a las medidas coercitivas unilaterales, Venezuela resiste, con el ejemplo de Cuba».