Abr, 2022.- Este 10 de abril del 2022 se me ocurre pensar en José Martí, Apóstol de la Independencia de Cuba, hombre prolífero y periodista por excelencia.
Muchos se preguntan una y otra vez cómo en sus cortos años de existencia, sólo 42, pudo Martí escribir tantas obras e inspirarse en tan disímiles temas.
Hoy domingo le invito a conocer una curiosidad que segura estoy le dejará sorprendido, el dato lo agradezco al incansable investigador Desiderio Borroto Fernández, estudioso de la historia local y nacional, actual director de la casa de la cultura Luz Palomares García en la región más oriental de Camagüey.
En diálogo con el reconocido intelectual supe que el artículo “10 de Abril” escrito por el autor de la Edad de Oro, destaca como el único que él reeditó sin ningún tipo de corrección, igual que lo publicó la primera vez. Este artículo vio la luz el 10 de abril de 1892 en el periódico Patria con el objetivo de apoyar la fundación del Partido Revolucionario Cubano (PRC) que se proclamó ese mismo día.
Esta propuesta del más universal de los cubanos destaca por su carácter descriptivo, por su fuerza de pensamiento y su valor político. El artículo “10 de Abril” linda con la crónica. Considerado una de las piezas periodísticas más bellas, su autor entendió en su imaginario y se convenció que era este el único trabajo que podía publicar una segunda vez y excepcionalmente volvió a hacerlo el 10 de abril de 1894.
El artículo que hoy recordamos es el único que Martí en vida reeditó dos veces, esto por supuesto mucho enorgullece a Guáimaro, municipio cuna de la Constitución, territorio que en este día de regocijo rememora el aniversario 153 de la firma de la Primera constitución de la República de Cuba en Armas.
Martí dibujó en palabras al Guáimaro de aquella época memorable que hoy más que nunca enaltece a los actuales hijos prestos a edificar y construir castillos de humanidad apegados a la máxima de crecer para bien de un país distinguido por su valor y arrojo, por sus valores humanos y su eterno compromiso con sus héroes y mártires, hombres y mujeres que legaron todo por la libertad eterna.
De Guáimaro expuso Martí en el artículo “10 de Abril”:
“Guáimaro libre nunca estuvo más hermosa que en los días en que iba a entrar en la gloria y en el sacrificio. Era mañana y feria de almas Guáimaro, con sus casas de lujo, de calicanto todas, y de grandes portales, que en calles rectas y anchas caían de la plaza espaciosa a la pobreza pintoresca de los suburbios, y luego el bosque en todo el rededor, y detrás, como un coro, las colinas vigilantes. Las tiendas rebosaban. La calle era cabalgata. Las familias de los héroes, anhelosas de verlos, venían adonde su heroísmo, por ponerse en la ley, iba a ser mayor. Los caballos venían trenzados, y las carretas venían enramadas. Como novias venían las esposas; y las criaturas, como cuando les hablan de lo sobrenatural. De los estribos se saltaba a los brazos, Los españoles, alegres, hacían buena venta. Era que el Oriente y las Villas y el Centro, de las almas locales perniciosas componían espontánea el alma nacional, y entraba la revolución en la república….”
