La periodista, escritora y locutora Josefa Bracero Torres, impartió en la tarde del pasado lunes una conferencia magistral titulada Devenir histórico de la radio en Cuba, en la sala Che Guevara de Casa de las Américas, a propósito de la jornada de celebraciones por el Centenario de la Radio cubana.
La Premio Nacional de Radio (2004) realizó un recuento de toda la trayectoria de este medio y sus protagonistas, su connotación político-cultural, artística, y las primeras transmisiones que tuvieron lugar en el país.
La autora comenzó la charla con el anuncio de dos volúmenes en los que se encuentra inmersa actualmente sobre los cien años de este medio, y un recorrido a través del mismo y sus forjadores.
En el encuentro, la ensayista e investigadora rememoró vivencias, experiencias, investigaciones plasmadas en más de diez libros, ecos de un conocimiento profundo sobre el arte radiofónico.
Hicieron presencia en el encuentro Abel Prieto Jiménez, Presidente de Casa de las Américas; Luis Marlote Rivas, presidente de la Uneac; Katia Rodríguez Ramos, Secretaria General del Sindicato de la Cultura; Guillermo Pavón Pacheco, vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT); junto a directores de emisoras, trabajadores de este sector y la televisión, premios nacionales de radio como Caridad Martínez quien, en una intervención, destacó lo imprescindible del rescate de la disciplina en la radio, la atención en los ensayos y el respeto hacia la figura del director con sus orientaciones.
Bracero resaltó la transmisión de obras literarias en las emisoras, indicando que la lectura literaria no debe confundirse con la interpretación de esa lectura.
Precisamente, este 22 de agosto cumple la radio cubana un siglo de existencia. Y es que un día como ese, pero del año 1922 salieron al aire las primeras transmisiones emitidas por 2LC perteneciente a Luis Casas Romero. Desde entonces, la radiodifusión ha devenido un pilar fundamental en la comunicación, y huella de momentos históricos. Hecho que, como lo describió Carpentier y citó Bracero, «el crisol donde se fraguan los más disímiles aspectos del quehacer cotidiano».