MADRID, España.- El ex primer teniente del Ministerio del Interior (MININT) Grober Quiala Estupiñán, denunció las injusticias y violaciones cometidas en el poblado de El Caney, Santiago de Cuba, durante y después de las protestas populares del 11 de julio de 2021 en la Isla.
Varios miembros de su familia estuvieron involucrados, “de una manera inesperada”, en las manifestaciones del 11J en dicha localidad, dijo Quiala Estupiñán, pensionado desde el 1.º de noviembre de 2021.
“Minutos antes nos encontrábamos toda la familia reunidos en casa de mis padres donde compartíamos un buen rato pues era fin de semana, en el momento que mi sobrino Iván Arocha Quiala salió de la casa en busca de cigarros y una botella de ron donde se encontró con otros jóvenes que decidieron incorporarse a la manifestación. Rápidamente nos llegó la información y uno tras otro fuimos saliendo en busca de mi sobrino”, relató en su perfil de Facebook.
Cuando él llegó al lugar de la manifestación habían detenido a varios de sus familiares.
“Nos mantuvimos en una incertidumbre hasta que pasado unos 2 o 3 días fui citado por la Contrainteligencia Interna para analizarme por tener varios familiares involucrados en las manifestaciones; confieso que me sentí muy mal pues no podía creer que mis familiares habían salido unos en busca de otros y que terminaran en dichas manifestaciones; como no tenía comunicación alguna con ellos me dediqué a realizar mis propias investigaciones y contacté con varias personas que estuvieron presente cuando ocurrieron los hechos”, explicó.
Gracias a sus investigaciones supo del “exceso en las actuaciones de los policías” y de la “violación de los derechos constitucionales”.
“No se les dio atención médica a ninguno de los detenidos y todos estaban lesionados. Hasta las mujeres fueron golpeadas por oficiales como el Capitán Uber Tamayo Mengana que le dio una patada en el abdomen a mi sobrina Sheila y el oficial Asiel Estévez Frómeta quien luego de esposar a los detenidos a los tubos de los asientos, golpeó brutalmente hasta perforarle un oído a mi cuñado Iván Mauricio Arocha Arocha”, denunció Quiala Estupiñán, quien durante sus últimos cinco años de trabajo estuvo encargado de los atestados directos presentados en el Tribunal Municipal de Santiago de Cuba pertenecientes a la Estación #1 de dicha ciudad.
Reveló además que a los abogados de sus familiares detenidos no se les permitió tener contacto con ellos hasta pasados más de 18 días, privándolos así “de otro derecho constitucional como es el derecho a la defensa”.
Con respecto al juicio oral relató que se demostró el montaje y la manipulación entre el fiscal y los instructores, cuando la testigo de la fiscalía, Kiuri Romero de Moya, confesó no poder mentir.
“El fiscal y el instructor querían que dijera cosas que no había visto pero ella no estuvo de acuerdo”, precisó.
Tras manifestar que no confía en la prensa cubana ni en el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, pidió que fuera publicado el juicio de la causa 448/21 del Tribunal Municipal de Santiago de Cuba y que una comisión de los Derechos Humanos perteneciente a la ONU tenga acceso a este expediente y, de ser posible, a todos los expedientes vinculados al 11J.
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