El 28 de marzo las autoridades estadounidenses detuvieron a 1500 migrantes cubanos que intentaban cruzar la frontera sur de EE.UU, confirmó el jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, a la agencia AP.
Según Ortiz, esta cifra de un solo día representa más del doble del promedio diario durante el mes de febrero.
Alrededor de 7100 migrantes están siendo detenidos diariamente al cruzar la frontera desde México, dijeron las autoridades estadounidenses el martes, lo que indica que se están preparando para aumentos aún mayores a medida que la administración Biden se acerca a una decisión sobre poner fin a las amplias restricciones de asilo diseñadas para prevenir la propagación de COVID-19.
Las tasas de COVID-19 han disminuido notablemente entre los migrantes que cruzan la frontera.
Si se mantiene este aumento de la llegada de migrantes, puede superar las cifras de años anteriores, agrega AP.
“Este es un tema bipartidista, tienen que unirse ambos partidos”, dijo Ortiz en la Exposición de Seguridad Fronteriza, una conferencia de la industria en San Antonio.
El departamento dijo que creó un Centro de Coordinación de la Frontera Suroeste para responder a cualquier aumento brusco de migración, con MaryAnn Tierney, directora regional de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, como líder interina y una oficial de la Patrulla Fronteriza como adjunta.
“Durante los últimos años la migración irregular a lo largo de la Frontera Suroeste ha aumentado a niveles sin precedentes”, dijo el departamento.
Por su parte la Administración Biden ordenó la liberación masiva de migrantes cubanos, venezolanos, nicaragüenses y algunos colombianos que estaban detenidos al llegar a EE.UU, informó la cadena Fox News.
De acuerdo con declaraciones a ese medio del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en el sector del Valle del Río Grande, se trata de otorgar a esas personas libertad condicional humanitaria.
Los adultos solteros de nacionalidad colombiana no están incluidos en estas liberaciones masivas. Ellos están siendo devueltos bajo el Título 42, una orden de salud pública utilizada desde la administración Trump para expulsar a los migrantes en la frontera debido a la pandemia de COVID-19.
