A Manuel Herrera, realizador de extensa trayectoria que ha contribuido a cultivar desde la gran pantalla al pueblo de la Mayor de las Antillas y llevar al resto del mundo la cultura de este país, le fue otorgado hoy miércoles el Premio Nacional de Cine 2022, «por la obra de la vida y su aporte al cine cubano».
Bajo su acertada dirección el lente de la cinematografía de la Isla ha retratado simbólicos momentos de la historia y las tradiciones nacionales incursionando en los géneros más recurridos por nuestros realizadores, así como en otros menos aludidos, logrando siempre el reconocimiento del público y la crítica.
Su huella, talentosay plagada de cubanía, ha quedado estampada en filmes como: Girón (1972);Conversatorio con Haydée Santamaría I y II (1978);No hay sábado sin sol (1979);Capablanca (1986); Zafiros, locura azul (1997); Bailando ChaChaChá (2004); Retrato de un artista siempre adolescente (2019). Mientras que su más reciente proyecto, La hermandad del silencio-ganador del apoyo del Fondo de Fomento del Cine Cubano-honra a Carlos Manuel de Céspedes.
No obstante, hablar del quehacer creativo de Manuel Herrera no puede limitarse solo a la producción cinematográfica- desde sus inicios como asistente de dirección-, sino queresulta imprescindible referirse a su labor como guionista de cine y televisión yautor de diversos textos referidos al séptimo arte. También fue Presidente de la Federación de Cine Clubes de Cuba, Jefe de Cátedra en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, profesor de realización cinematográfica y guion en la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte.
El jurado que confirió el galardón estuvo presidido por la realizadora y editora Miriam Talavera. Lo integraron además Raúl Rodríguez, Jerónimo Labrada, Lola Calviño, Frank Cabrera, Paul Chaviano y Helmo Hernández.