Uno de los más importantes cineastas cubanos, desde los años setenta hasta ahora, Manuel Herrera (1942), acaba de ser elegido como el ganador del Premio Nacional de Cine 2022, “por la obra de la vida y su gran aporte al cine cubano”. La elección del cineasta se dio a conocer en una sencilla reunión, en el salón Héctor García Mesa, antigua sede de la Cinemateca, adonde llegó el galardonado, siempre en compañía de su inseparable Eslinda Núñez, laureada en 2011.
Realizador de algunos títulos clásicos de nuestra cinematografía, como la memorable Girón (1972), por su mixtura de documental y ficción, Manuel Herrera incursionó en algunos de los géneros menos revisitados por el cine cubano como la comedia rural No hay sábado sin sol (1978), el filme biográfico, realizado en coproducción el musical retro Bailando chachachá (2004) y la producción, también biográfica, y de conjunto con recursos e intérpretes soviéticos, Capablanca (1986), el también musical Zafiros, locura azul (1997) un extraordinario éxito de taquilla, uno de los títulos de producción nacional más amados por nuestro público.
Entre las más importantes y recientes obras firmadas por Manuel Herrera se encuentra el documental de largometraje Retrato de un artista siempre adolescente (2019), semblanza de la vida y la obra del cineasta cubano cubano Julio García Espinosa.
El documental proveía, en paralelo, una suerte de historia crítica de lo que ha sido el ICAIC en sus diversas épocas. El más reciente proyecto de Manuel Herrera tiene como título de trabajo “La hermandad del silencio”, y se acerca a la figura de Carlos Manuel de Céspedes, llamado también El Padre de la Patria. El proyecto se ganó un apoyo del Fondo de Fomento del Cine Cubano.
En las palabras de agradecimiento, cuando la dirección del ICAIC le dio a conocer la buena nueva, Herrera agradeció el honor al grupo de amigos y compañeros de tantos años que lo eligieron, por unanimidad, y reconoció que el premio lo honraba, al igual que la Distinción Hijo Ilustre de Santa Clara. Ramón Samada, presidente del ICAIC, declaró, sin solemnidades innecesarias, que este Premio distinguía, como en los años anteriores, a tantos creadores que convirtieron al cine en esencia de la cultura cubana, y parte indisoluble del alma de la nación.
El jurado estuvo integrado por la realizadora y editora Miriam Talavera (presidenta), el director de fotografía Raúl Rodríguez, y el sonidista Jerónimo Labrada. A ellos tres, ganadores del Premio Nacional de Cine en ediciones anteriores, se sumaron, también en funciones de jurado, Lola Calviño, la vicedirectora de la Cinemateca; el productor Frank Cabrera, el realizador de animación Paul Chaviano, y el director de la Fundación Ludwig Helmo Hernández.
Acompañaron a Manuel Herrera, en las nominaciones al Premio, los cineastas Alejandro Gil, Daniel Diez, Mario Rivas, Rebeca Chávez, Gerardo Chijona y José Galiño; los intérpretes Isabel Santos, Luis Alberto García, Mirtha Ibarra, Jorge Perugorría y Adela Legrá, las especialistas en maquillaje Magaly Pompa y Violeta Cooper, los directores de fotografía Pepe Riera, Julio Simoneau y Ángel Alderete, el productor Santiago Llapur, el sonidista Carlos Fernández y el guionista y profesor Eliseo Altunaga.
Varias veces nominado con anterioridad, durante todos estos años el realizador hizo siempre gala de su proverbial modestia y sencillez en tanto prefirió impulsar la candidatura de algunos de sus ilustres compañeros de labores que lograron el premio antes que él, como Nelson Rodríguez o Raúl Rodríguez.
El Premio Nacional de Cine, el más importante galardón que confiere el ICAIC, fue entregado, en los últimos años, al actor Mario Balmaseda (2021), el productor de animados Paco Prats y el guionista Senel Paz (que compartieron tal honor en 2020) y en el 2019, correspondió al director de fotografía Livio Delgado, el productor Miguel Mendoza y el ya mencionado Jerónimo Labrada.
(Con información de Cubacine)