CAMAGÜEY.—La ciudad patrimonial sostenible, inclusiva y resiliente constituye esta vez el tópico fundamental de reflexión, análisis y debate que abordan, en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, de esta villa principeña, los participantes en el XV Simposio Nacional Desafíos en el Manejo y Gestión de Ciudades.
Organizado a propósito de la celebración, este 24 de febrero, del aniversario 25 de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), el evento acoge a especialistas de 12 ciudades patrimoniales y de las principales universidades del país, quienes exponen sus experiencias en tan polémico asunto.
El pie forzado para el debate lo estableció Lissette Bouza Cabrera, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, al calificarlo como un tema de suma actualidad, no exento de incomprensiones y desatinos, en el empeño por reducir los riesgos y fragilidades presentes en una ciudad con 508 años de fundada.
De tales menesteres se han encargado en estos cinco lustros, junto a las autoridades, organismos y demás actores locales, la OHCC, cuyo director, José Rodríguez Barreras, aseguró que hoy, más importante que restaurar, es cuidar y mantener, máxime en las difíciles condiciones en que transcurre la vida económica del país.
Tras pasar revista a la obra ejecutada por el colectivo de la Oficina en los últimos 25 años, precisó que nada se ha hecho de espaldas a los criterios e intereses de los habitantes de la urbe, lo mismo a la hora de restaurar un inmueble, rehabilitar una plaza o asumir la intervención integral de una calle.
Explicó que, para ello, resulta vital lograr el consenso ciudadano, a través de una paciente labor persuasiva que incluya a todos en la obra transformadora y en la búsqueda de soluciones viables para ponerse a tono con el desarrollo económico y demográfico sin perder el compromiso ineludible con el patrimonio.
Al respecto, el experto Jordi Tresserras, de la Universidad de Barcelona, se refirió a las potencialidades de Arte Plaza Camagüey, proyecto de industrias creativas que impulsa la OHCC, bajo su asesoría, encaminado a dinamizar la vida cultural como promotora del desarrollo socio-económico de la localidad.
La materialización de ese propósito, afirmó, constituirá la prueba concreta de que la cultura, el rescate de las tradiciones y la participación ciudadana, pueden tener un impacto directo en la generación de ingresos, la creación de empleos, el empoderamiento de las mujeres y el mejoramiento de la calidad de vida del pueblo.