¿Cómo se monitorea la actividad sísmica en Cuba?
El Servicio Sismológico Nacional transita por un proceso de modernización tecnológica enfilado a fortalecer su capacidad de registro de la actividad sísmica en Cuba.
Al finalizar 2021 disponía de una red de estaciones radicadas en diferentes provincias, cuyo equipamiento es fruto de la colaboración internacional con la República Popular China, Rusia y Canadá. La moderna tecnología instalada facilita visualizar cada registro en el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, para adoptar, si las circunstancias lo ameritan, las medidas de protección de la población y de los recursos materiales.
Igualmente, ascendían a 36 los equipos integrados a la red de acelerógrafos, 27 estaban situados en Santiago de Cuba y los nueve restantes en Pilón, Caimanera, Moa, Río Carpintero, Maisí y otras localidades.
Su función es medir los valores de aceleración del terreno, en el justo instante de suceder un sismo moderado o fuerte.
El doctor en Ciencias de la Tierra, Enrique Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional y vicedirector técnico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), explicó a Granma la importancia de la red, porque ese tipo de registro es de suma utilidad para implementar futuras acciones de planificación urbana, hacer estudios sobre el comportamiento de las ondas sísmicas, y determinar cómo responde el suelo, elementos para tomar en cuenta en el diseño de nuevas construcciones.
Otro resultado relevante de los últimos 12 meses consistió en la implementación del sistema de alerta de tsunamis en la estación central, a partir de la detección oportuna de sismos potencialmente generadores de esos peligrosos eventos en las inmediaciones del archipiélago cubano, que incluye el cálculo del tiempo de llegada de las olas y su altura.
Un papel esencial desempeñan las avanzadas aplicaciones informáticas introducidas para la confección de las bases de datos, y la visualización de los mareógrafos, instalados en los mares que rodean a la Mayor de las Antillas.
¿QUÉ FUNCIONES ASUME EL CENAIS?
Fundado el 3 de febrero de 1992, el Cenais radica en Santiago de Cuba y su objetivo principal es contribuir a la mitigación del riesgo sísmico en nuestro país, mediante la realización de investigaciones sismológicas fundamentales y aplicadas, y el monitoreo total de la actividad sísmica en el territorio nacional y en zonas adyacentes.
También asume la dirección y operación de la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional como encargo estatal, además de asesorar técnica y metodológicamente a la Defensa Civil y al Gobierno en materia de sismología, riesgo sísmico y la elaboración de los planes para la reducción de desastres.
Según expresó el doctor Enrique Arango Arias, el centro ofrece diversos servicios de asesoría y consultoría, entrenamiento e investigación especializada que comprenden la estimación de la amenaza sísmica, manejo de desastres y los estudios geodinámicos y de ingeniería sísmica.
«Nuestros especialistas laboran, de igual modo, en el desarrollo de softwares para visualizar y facilitar el acceso público a la información sismológica, a través del sitio web www.cenais.cu, los análisis espacio-temporal-energético de ocurrencia de temblores de tierra, y el monitoreo de las variaciones súbitas del nivel del mar, que pudieran indicar una alerta de tsunamis».
Dentro del arsenal tecnológico del Cenais destaca una estación permanente de Sistema Global de Navegación por Satélite, la cual permite calcular el movimiento absoluto de la placa de Norteamérica, a la que pertenece Cuba.
Al contar con esa herramienta, y como parte de un proyecto internacional en colaboración con entidades francesas y cubanas, los investigadores del centro hicieron las primeras mediciones enfocadas en determinar la dinámica de la litosfera en diferentes puntos de la región oriental.
El propósito es corroborar si en la actualidad existe una deformación importante en relación con el límite de placas, indicio premonitor de la probable ocurrencia de un sismo moderado o fuerte.
Resaltó el doctor Arango Arias que definir lo enunciado permite conocer qué bloques de la zona estudiada muestran una tendencia al hundimiento y cuáles al ascenso, con relación al nivel del mar, datos de sumo valor en el diseño de las acciones de mitigación contenidas en la Tarea Vida (Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático).
Sobre el comportamiento de la actividad sísmica en 2021, el investigador notificó que en Cuba y en áreas adyacentes fue registrado un total de 4 679 terremotos, de ellos 20 perceptibles (el promedio anual es 16).
Aunque la zona Santiago-Baconao concentró la cantidad más elevada, el sismo de mayor magnitud en el año (5,1) ocurrió el 29 de junio de 2021 en San Cristóbal, provincia de Artemisa, y tuvo más de 700 réplicas.
El doctor Arango Arias dijo que la cifra puede aparentar ser demasiado elevada; pero en Cuba cada año se reporta un promedio de 5 000 a 6 000 sismos de diferentes magnitudes, la mayoría en la región suroriental, vinculados a la falla de Oriente.
Como aparece en el registro sísmico histórico de nuestro país (comprende del siglo XVI al XX), la cantidad de los perceptibles reportados durante ese periodo ronda los 2 000, incluyendo 28 fuertes, de los cuales 20 afectaron la ciudad de Santiago de Cuba. Sobresale en la relación el del 20 de agosto de 1852, cuya magnitud estimada fue de 7,3 grados en la escala de Richter (mide la energía liberada por el sismo) y una intensidad de ix en la escala msk, que toma de referencia los efectos destructivos observados en las edificaciones, el cambio de aspecto del terreno y los daños a la población.
Entre los más notorios figura el acaecido el 3 de febrero de 1932, en la propia urbe santiaguera, que destruyó de manera total o parcial el 80 % de las edificaciones, además de ocasionar unos 300 heridos y lesionados y cerca de 20 víctimas mortales.
Pero el evento telúrico más intenso medido en el área de cobertura del Servicio Sismológico Nacional desde el comienzo del registro instrumental, fue el del 28 de enero de 2020, con epicentro a unos 130 kilómetros al suroeste de Cabo Cruz, Granma, que tuvo una magnitud de 7,8 grados.
Resultó perceptible en todo el país, aunque en localidades de los municipios de Pilón, Niquero, Campechuela y Media Luna la intensidad máxima medida llegó a vi grados en la ahora denominada escala ems-98, manifestó el vicedirector Técnico del Cenais.
Perteneciente a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (Aenta), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, (Citma), el Cenais obtuvo tres premios correspondientes a los resultados científicos más destacados de las instituciones adscritas a la agencia, en 2021.