Avanzar en la política para la transformación digital en el país, que conducirá a la conformación de la agenda digital cubana, como parte del sistema de trabajo para la implementación del Plan Nacional de Desarrollo 2030, constituye hoy uno de los retos fundamentales para el sector de las telecomunicaciones, en tanto se trata de un proceso que, más allá de lo tecnológico, también requiere de una mirada cultural.
Así lo precisó el miembro del Buró Político Manuel Marrero Cruz, primer ministro de la República, durante el balance anual del Ministerio de Comunicaciones, celebrado este viernes en la capital, en el cual destacó lo necesario de alcanzar un conocimiento más amplio y avanzado en las tecnologías de la información y las comunicaciones, pues solo así la población, además de acceder, podrá hacer un buen uso de ellas, lo que repercutirá en su bienestar social.
En ese camino, aseguró, hay que orientarse también a resultados más concretos que aporten a la materialización de proyectos tan importantes como la infraestructura de servicios públicos de telecomunicaciones, televisión digital, comercio electrónico, gobierno digital, la industria de aplicaciones y servicios informáticos, y la ciberseguridad como elemento transversal a todos.
Crecer en los servicios digitales a la población, con mayor asequibilidad y calidad; aumentar la cobertura en las llamadas zonas de silencio; generalizar el uso de la ciencia y la innovación como componente esencial; consolidar el funcionamiento de los parques tecnológicos; así como fortalecer el uso de las plataformas de pago y su inserción en las entidades que ofrecen bienes y servicios al pueblo, fueron otros de los desafíos esbozados.
Marrero Cruz puntualizó, además, que si bien en 2021 se recibieron cuatro millones de bultos postales a través del servicio de paquetería, lo que permitió aumentar los ingresos, esta fue una de las prestaciones que mayores insatisfacciones generó, y urge, por tanto, incrementar la eficiencia en el procesamiento de los envíos postales y disminuir los tiempos de entrega.
Indicó, por otra parte, la necesidad de promover la diversificación de los actores económicos en el sector, que ya posee 98 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) aprobadas, pero no desde la concepción de que todo lo estatal tiene que convertirse ahora en una mipyme. Esa no es la idea, no se trata de aprobar porque sí, sino de analizar que actividades realmente pueden desarrollarse mejor bajo este modelo, y qué puede perfeccionarse, cambiar, pero dentro de la misma empresa estatal, sostuvo.
Durante el encuentro –en el que también participaron el vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella, y Mayra Arevich, ministra de Comunicaciones–, trascendieron las proyecciones de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba s.a. (Etecsa) de ampliar la infraestructura para nuevos usuarios de Nauta Hogar, con la incorporación de 56 000 nuevos servicios en el segundo trimestre del año, principalmente en las provincias de La Habana y Matanzas.
Al decir de Tania Velázquez, presidenta de Etecsa, la penetración de internet en los hogares es hoy insuficiente, y para alcanzar un ritmo superior y una mayor efectividad en el acceso, se requiere la comercialización de la prestación, pero con nuevas tecnologías, lo que permitirá una solución más efectiva y sostenible en el tiempo.
Por otra parte, añadió, el desarrollo de un mejor proceso inversionista favorecerá el acceso a internet en más del 85 % de los consejos populares del país.