Investigaciones cubanas basadas en el empleo de polímeros superabsorbentes para ahorrar agua revelaron que su utilización incrementó significativamente la altura de las plantas, la cantidad de hojas y los componentes del rendimiento en el cultivo del maíz sembrado en un suelo ferralítico rojo compactado.
A propósito del estudio realizado por el Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola, de conjunto con la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, se especifica que el polímero en su forma inicial es un polvo o granulado que absorbe agua hasta convertirse en una especie de gel, llamado «hidrogel». Después libera el líquido cuando cambian las condiciones
de humedad ambiente, según la web del Ministerio de la Agricultura. Los experimentos realizados demostraron que en el tratamiento sin polímeros para mantener el nivel de humedad en el suelo hubo que aplicar cuatro riegos más y el volumen de agua consumido fue superior en 984,0 metros cúbicos por hectárea. Sin embargo, la productividad agronómica del agua en el área con polímeros fue de 2,98 kg -m3 y sin polímeros de 1,77 kg -m3. El uso de este producto, a pesar de su costo, es rentable desde el punto de vista económico, pues se logra una mejor relación beneficio-costo en un rango de 3,89 veces, evidenciando su posible aplicación en condiciones de producción.