La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este martes que el empleo desmedido e incorrecto de medios de protección por causa de la pandemia de la COVID-19 convertidos en desechos sólidos, constituyen una seria amenaza al medio ambiente y a la propia salud pública.
Un último informe del ente sanitario global informa que decenas de miles de toneladas de mascarillas faciales, guantes y gorros quirúrgicos desechables se han convertido en una preocupante fuente de contaminación, al terminar en drenajes, ríos y océanos, a la par de residuos plásticos.
Las cifras presentadas revelan que, desde marzo de 2020 hasta noviembre de 2021, unas 87 000 toneladas de medios de protección se enviaron a disímiles países, y el 75 % de las mismas culminó como desecho en vertederos, ríos y mares.
Un ejemplo de la amenaza ambiental que significa el manejo inadecuado de este tipo de desechos, lo ilustra el hecho de que las mascarillas desechables sean, generalmente, de fibras sintéticas, las cuales, por su resistencia, podrían tardar hasta 450 años en degradarse; convirtiéndose en agentes contaminantes del subsuelo y de los cuerpos de agua, que alteran también el equilibrio entre las especies y devienen focos infecciosos para alimentos de consumo humano.
A ello se suman, trascendió, otras 144 toneladas de desechos generados por la aplicación de vacunas, y que incluyen jeringuillas, agujas y cajas de seguridad.
Como muestra de la magnitud que puede alcanzar la contaminación asociada al enfrentamiento a la mortal enfermedad, durante el periodo de más azote en la urbe china de Wuhan, allí los desperdicios médicos aumentaron en casi seis veces, lo que se tradujo en unas 240 toneladas diarias.
FUENTE: TELESUR