El subsecretario de Estado para el hemisferio occidental Brian Nichols anunció que Estados Unidos enviará personal diplomático a La Habana para procesar visas en la capital cubana. Nichols, aunque no precisó la fecha, aseguró que esto ocurrirá “en un futuro no distante”.
“El presidente anunció nuestra intención de retomar los servicios de visado en la isla”, confirmó.
Retomar este servicio consular en Cuba, donde fue suspendido por la administración Trump desde 2017, fue una de las promesas electorales de Joe Biden en relación con la comunidad cubana. Según fuentes citadas por el congresista Joaquín Castro (demócrata, Texas), la reacción represiva contra las protestas del 11 de julio habría hecho que la revisión de esa medida fuera “puesta en pausa”, puesto que las condiciones en Cuba habían cambiado.
Nichols también dio a conocer que el grupo de trabajo creado en el Departamento de Estado por orden del presidente Biden para estudiar vías para enviar remesas a Cuba sin beneficiar al aparato militar, ha entregado a la Casa Blanca un conjunto de recomendaciones para “expandir el uso de remesas en la isla”.
“Estas recomendaciones están en la Casa Blanca y estamos esperando su decisión”, añadió.
Desde el 27 de noviembre de 2020 Estados Unidos impide el envío de dinero a Cuba a través de entidades controladas por los militares cubanos. Western Union, hasta entonces líder del mercado de remesas en Cuba, operaba en el país a través de Fincimex, una filial de Cimex, subsidiaria del conglomerado Gaesa.
Tanto el envío de remesas como la rehabilitación del procesamiento de visas en La Habana son temas que la administración Biden ha asegurado estar estudiando meses atrás. Fue en julio de 2021 cuando solicitó la creación del grupo de trabajo para buscar la manera de que el dinero enviado por los cubanoamericanos a sus familias llegara directamente a estas. La valoración de enviar más personal a la embajada también se dio a conocer entonces.
Condiciones para un retorno a la política de deshielo
En cuanto a retomar una política hacia la normalización, el subsecretario mencionó como condición que el Gobierno cubano libere a “los cientos de presos políticos arrestados desde julio pasado, especialmente los niños. (…) Sería un importante primer paso a dar para Cuba”.
La Fiscalía General cubana ha confirmado que 55 menores de edad se encuentran entre los acusados, 28 de ellos en prisión.
A la liberación de los presos políticos, Nichols añadió “permitir mayor libertad de expresión, mayor acceso a Internet, y dar otros pasos que consideramos normales en un hemisferio que ha ratificado la Carta Democrática Interamericana”.
Carta a Biden desde Miami
En las últimas horas también se conoció que los tres congresistas republicanos de Miami, María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Jiménez han enviado una carta al presidente Biden en la que le piden que rehabilite los servicios consulares en Cuba.
Los congresistas proponen como condiciones del proceso priorizar a disidentes y defensores de los derechos humanos; evitar que viajen a EE. UU. violadores de los derechos humanos; garantizar la seguridad de los funcionarios estadounidenses en Cuba; reiniciar el procesamiento del programa de reunificación familiar; limitar el número de funcionarios cubanos en Washington y vigilar sus actividades.
María Elvira Salazar aseguró en un video junto a sus colegas Díaz-Balart y Jiménez, que los tres están “trabajando por la reunificación de la familia cubana”.
“Sabemos que hay cientos de miles de madres separadas de sus hijos, de los nietos que no las pueden ver”, añadió.
Mario Díaz-Balart aseguró que han “insistido, esta vez por carta, al presidente Biden, a su administración, que por fin comience el proceso de la reunificación pero también protegiendo al personal norteamericano, no ayudando al régimen. Se puede hacer si la administración lo quiere hacer; se puede hacer de una forma adecuada, que es lo que estamos pidiendo e insistiendo en que haga”.
“Y lo vamos a seguir haciendo hasta que lo logremos”, remató Jiménez.