MIAMI, Estados Unidos.- Todo parece indicar que el éxito de la película Plantados ha servido de inspiración para la realización de una nueva cinta cinematográfica, al igual que la que recoge la borrascosa vida entre rejas de los prisioneros políticos cubanos. Estos hombres de lucha, confinados irónicamente a prisión por su amor a la libertad, a pesar del elevado precio a pagar por su heroica rebeldía, durante largos años soportaron torturas y el ensañamiento vil de sus carceleros. Fueron ellos, en franca demostración de su fortaleza de espíritu, capaces de imponer su voluntad de acero y de vencer, aún a pesar del brutal aislamiento y las bestiales represalias a que fueron sometidos.
Para garantizar la transparencia de los hechos que conforman el eje central donde giran estos sutiles eslabones de historia, infinidad de estos exprisioneros que sufrieron tan desgarradora experiencia fueron entrevistados por el experimentado Lilo Vilaplana, que estuvo a cargo de la dirección y la parte esencial del guión de la película, tejiendo de manera maravillosa cada recuento, cada vivencia que les fue narrada por los sobrevivientes del presidio político plantado que sirvieron de apoyo a tan importante proyecto.
Ahora ha tocado el turno para la creación de un adicional largometraje. Esta vez las protagonistas son las ex presas plantadas. Ese grupo de indomables mujeres donde ha de ser recreado cada uno de los pasajes históricos que asombrarán al mundo por la magnitud de su injusto martirio. Por la espantosa crueldad y el grado de sufrimiento a que fueron sistemáticamente sometidas, no era posible dejar que estas valientes luchadoras quedaran en el olvido.
Es difícil hacer predicciones sobre los conceptos éticos o la sensibilidad de esa parte de la humanidad que, por intereses políticos, económicos o de cualquier otra índole, mientras la tragedia de estas víctimas se multiplicaba optaron por mantenerse de espaldas a la realidad absurda y sombría, sin importarles que su censurable actitud, en vergonzoso acto de insensibilidad o cinismo los convertía en cómplices de la tiranía comunista de Cuba.
Aunque no es mucho lo que podemos esperar de estos desertores de la dignidad y la abundancia de falso humanismo, el origen tan de moda en la frívola conducta de una parte considerable de los insertados en el radicalismo de esa izquierda extremista radica en el odio y la envidia. Mucho es el daño que estos hipócritas disfrazados de santos y de humanistas hacen a la libertad y a los valores de civilización y justicia, actualmente erosionados en este país y que afecta la estabilidad de la democracia que ha hecho grande a esta hermosa nación norteamericana.
Conociendo sus grandes aciertos cinematográficos, no es de sorprender que, al igual que la cinta Plantados, la dirección de esta nueva película sobre el grupo de corajudas mujeres que optaron por mantener su intransigencia estoica en defensa de su ideología, de sus principios democráticos, haya sido asignada al encumbrado director Lilo Vilaplana, quien con su formidable equipo de trabajo en un plazo no lejano pondrá al alcance de la comunidad internacional, en vivo testimonio cinematográfico, la verdadera historia, escrita con amor, con pasión y con sangre de las heroínas del presidio político cubano.
Para nosotros, en Alpha 66, y para los que de una u otra forma arduamente hemos luchado para que se conozca esa doliente realidad del atropello cometido por los verdugos de la tiranía sobre ese grupo de extraordinarias mujeres. Hay muchas cosas que contar de cada una de ellas. Pero en conjunto todas, como distintivo común, se negaron a aceptar las arbitrarias y humillantes imposiciones de sus opresores. Es por eso que merecen nuestra admiración y respeto.
La noticia de esta anunciada película, ya en manos su ejecución del laureado director Lilo Vilaplana, es motivo de alegría. Sabemos de las maquinaciones que a través de los años los de la cúpula castrista se han venido valiendo para intentar ocultar la verdad sobre el odio y el desprecio que los mueve contra sus adversarios políticos. Y no sólo contra las víctimas encarceladas, que entre rejas han tenido que sufrir la más ensañada violencia carcelaria, sino también contra la indefensa población. Pero ya a su tiempo de maldad y a sus mentiras les está llegando su fin. La fragilidad del sistema opresor quedó bien demostrada durante la jornada de protesta nacional el pasado 11 de julio.
Hoy es un día de espontánea solidaridad con las víctimas del castrismo. Por eso es bueno dar a conocer que quienes integramos nuestra combativa organización nos sentimos solidarios con el proyecto de esta nueva película que su director, Lilo Vilaplana, ha querido distinguir con el título de Plantadas. También es buena la ocasión para demostrar idéntica solidaridad a aquellos que han dado calor a la iniciativa de hacer de este sueño una palpable realidad, surgida esta idea fecunda de la fértil imaginación de Reinol Rodríguez, uno de los grandes luchadores por la libertad de Cuba, y a los integrantes del grupo de trabajo que junto a él continúan luchando por incrementar los fondos para la realización, en el plazo más breve, de esta impostergable cinta cinematográfica. Es por eso que se hace de vital importancia la continuidad de otras generosas donaciones económicas.
Y porque para la solidaridad humana en todo momento ha de haber un espacio de confraternidad y un reconocimiento justo para aquellos que luchan por la libertad de su pueblo, nuestra mano siempre estará tendida en gesto de gratitud hacia cada una de las víctimas que en nuestro país guardan prisión por su lucha en defensa de los derechos que le corresponden a su oprimido pueblo.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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