La cubana Gloria Muñoz del Toro, residente en Santiago de Cuba, que se identifica como guajira, denunció en redes sociales el escandaloso precio de 150 metros de alambre de púas, en una tienda de la Isla. La mujer que vio con sus propios ojos el producto costaba 5.760 pesos, y decidió fotografiarlo para mostrarlo en Facebook, criticó la política del gobierno de pedirle a los cuentapropistas bajar los precios, cuando ellos en sus establecimientos los suben.
“Puedo gritar Alabado como la famosa protagonista de los muñequitos cubanos, para no gritar la palabrita que me pica en la punta de la lengua, madre mía ,cómo se le ocurre a nadie que un campesino pueda pagar ese precio por un rollo de alambre”, sentenció.
“Me piden a mi sacrificio, me piden a mi que baje los precios y mientras tus precios siguen clavados en mi sudor, en los cayos de mis manos, en mis horas de sol, en mis noches de desvelo cuidando mis producciones y animales para que no se las roben, en mis días bajo la lluvia o en mis pies húmedos todo la mañana por el rocío, sin que logre protegerlos con un par de botas de goma, porque también su precio es de horror”, agregó.
Muñoz del Toro recordó que como la mayoría de los cubanos se la pasa “enclaustrada” en su vivienda, sin contar con la posibilidad de vacacionar con su familia, por vivir en la Isla cárcel, y por el alza del costo de vida para los antillanos.
¿Tienen idea los que ponen estos precios cuántos rollos de alambre lleva un pequeño cuarto para ganado menor, cuánto alambre se necesita para cercar los potreros?, cuestionó.
“Hoy más que nunca estoy segura que el desconocimiento es enorme, por lo que creo sin temor a equivocarme que la gente de los precios sin extraterrestres, a los científicos del mundo y amantes de la ufología, confirmado en Cuba hay montones de seres venidos de otra galaxia, pasen por el Ministerio de Finanzas y Precios allí los encontrarán”, ironizó.
Esta es la realidad a la que los cubanos deben enfrentarse día tras día, para comprar alambre, comida o un par de zapatos. La inflación no es un problema que afecta a Cuba ahora, como a otros países por la pandemia de Covid-19. El país caribeño lleva décadas sumido en una crisis económica a la que no se le ve el fin, debido a la mala gestión del castrismo y al saqueo constante de esa familia que ha sido la única al frente de la Mayor de las Antillas desde 1959, forzando al resto de los cubanos a conformarse y a vivir en la miseria, o a huir en muchos casos sin poder volver ni siquiera a visitar a sus familiares.