La selección nacional de fútbol de Cuba no podrá jugar partidos amistosos internacionales pactados para este mes de enero, como parte de las fechas FIFA.
Según un comunicado de la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC), la imposibilidad de disputar encuentros amistosos se debe a «las difíciles condiciones logísticas y sanitarias impuestas por la nueva ola de la COVID-19 que hicieron imposible concretar un enfrentamiento».
El texto de la AFC expone que desde hace meses los federativos cubanos han contactado con sus contrapartes de Belice, República Dominicana, Nicaragua, Haití, Trinidad y Tobago y Granada, para celebrar juegos en territorio cubano, pero «en todos los casos fueron declinando en medio de los preparativos, aludiendo dificultades para acceder a los boletos aéreos, por su carestía, y otras cuestiones vinculadas a la situación epidemiológica».
Cuba también valoró la posibilidad de viajar a Trinidad y Tobago, pero resultó imposible por las mismas razones antes explicadas. Por último, la AFC indicó que recibió la invitación de la Federación de Fútbol de Guatemala, luego de que su equipo no pudiera volar a Estados Unidos para el choque pactado con Canadá.
«La posibilidad fue valorada rápidamente y se intentó gestionar el traslado hacia el país centroamericano de nuestros atletas internacionales, pero otra vez la carestía de la boletería y otras dificultades obligaron a la cancelación».
Esta no es la primera ocasión que la selección nacional se queda sin disputar encuentros internacionales. No se puede hacer costumbre que a causa de las restricciones que impone la COVID-19 se dejen de celebrar juegos ante rivales foráneos.
Es cierto que los boletos de avión tienen en la actualidad una tarifa elevada y el traslado de jugadores provenientes de casi diez países se vuelve un proceso engorroso, pero no por ello se deja de jugar al fútbol en el mundo. Con esta realidad todos los conjuntos nacionales tienen que aprender a convivir y solucionar esos aspectos logísticos debe llevar la máxima planificación.
Quienes sufren con este traspiés son el once cubano y su cuerpo técnico. Ellos pierden otra oportunidad de continuar perfeccionando una idea colectiva de juego de cara a la venidera Liga de Naciones de Concacaf 2022/23 y la Copa Oro 2023.
Si se aspira a que el equipo cubano de un paso de avance en el área de Concacaf, es vital que se concreten en cada jornada FIFA partidos amistosos, de lo contrario se llegarán a los torneos con un equipo sin el suficiente rodamiento futbolístico sobre la cancha.