Las contradicciones entre el presidente, Mohamed Abdullahi Mohamed, y el primer ministro, Mohamed Hussein Roble, empeoraron en las últimas semanas el ambiente político en Somalia.
Esas desavenencias en la cúpula se relacionan con las retrasadas elecciones legislativas –que en este caso son indirectas- y de los comicios para escoger al próximo jefe de ese Estado federal del Cuerno de África. Tales fricciones tienden a desequilibrar más la endeble estabilidad nacional y fragilizan la seguridad del país.
Sin acuerdos en el horizonte inmediato, el primer ministro convocó a una reunión del Consejo Consultivo Nacional (CCN), lo que se consideró un golpe directo contra el mandatario, quien en los últimos días de diciembre de 2021 suspendió de sus competencias al jefe del Ejecutivo.
A la cita llamada por Roble asistieron los presidentes de la región de Galmudug, HirShabelle, Jubalandia, Puntlandia y Suroeste, el gobernador de Banadir, donde se encuentra la capital, Mogadiscio, y de hecho su celebración potenció el enfrentamiento directo con Abdullahi Mohamed.
Durante el encuentro, los candidatos a la presidencia opuestos al actual mandatario presentaron nuevas demandas relativas al proceso electoral y llamaron al primer ministro a abordarlas, asì como por su retraso por el cual responsabilizan a mandatario.
La representación antagonista solicitó que el primer ministro se encargue de la seguridad del país, expuso que Farmajo, como también se conoce al gobernante, se presente a las próximas elecciones como un candidato más y reclamó que las fuerzas de seguridad no se impliquen en política, difundió el sitio digital Garowe Online.
De esa forma, los resultado del encuentro evidenciaron el malestar de los representantes estaduales por el retraso de las consultas para integrar el nuevo Parlamento, institución que debió formarse por completo en febrero de 2021, pero pospuesta por motivos de seguridad, desacuerdos políticos y detalles técnicos.
El aspecto de la inseguridad prevalece por las acciones armadas del grupo Al Shabab (La Juventud), con capacidad operativa desde 2005-2006, cuando sucedió a la antigubernamental Unión de las Cortes Islámicas y desde entonces actúa en Somalia, así como extendió sus ataques a la vecina Kenya.
Al Shabab persiste en obstruir los comicios en Somalia, lo que dificulta la realización de las consultas y corroe la estructura institucional del país (Foto: Prensa Latina).
La situación de conflicto empeoró en el país también por los enfrentamientos de ese movimiento armado contra una presunta rama local del Estado Islámico, así como con las acciones en zonas fronterizas con territorios kenianos, todo lo cual destaca la importancia de solicitar que Roble se encargue de la seguridad nacional.
En las sesiones del CCN la Misión de Naciones Unidas en Somalia solicitó mejorar el proceso electoral, incluyendo la corrección de deficiencias en las normas de procedimiento y garantizar plazos temporales claros para realizar rápidamente unas elecciones veraces.
La reunión del Consejo Consultivo transcurrió en un tenso ambiente político, luego de que el presidente -respaldado por el Ejército- suspendiera de sus funciones al jefe del gabinete, pero este apoyado también por militares y efectivos de la Misión de la Unión Africana (Amisom) penetró en su oficina a continuar sus labores.
