La máster María Luisa Lara Zayas, quien ha dedicado casi 50 años de su vida a la educación, ofrece sus puntos de vista sobre el magisterio
María Luisa obtuvo el premio nacional de la ANEC por la obra de la vida el pasado año. (Foto: Vicente Brito/Escambray)
La máster María Luisa Lara Zayas, profesora titular y consultante en la Universidad de Sancti Spíritus José Martí, quien ha dedicado casi 50 años de su vida a la educación en los distintos niveles de enseñanza, ofrece una receta infalible para ser un buen docente: amar a sus alumnos y ser ejemplo ante ellos.
“Un profesor necesita la autopreparación, la vinculación con la práctica porque la práctica es el criterio de la versad; impartir la clase con una concepción científica y amar a esos estudiantes, ser ejemplo ante ellos”, comentó la también Premio Nacional por la Obra de la Vida en la especialidad de Contabilidad.
Experta en materia de Contabilidad, Costo y Auditoría, esta mujer ha recibido múltiples reconocimientos y condecoraciones por su desempeño como educadora y economista destacada en el territorio.
En particular la enorgullece ser el Premio a la Obra de la Vida Carlos Rafael Rodríguez, los varios reconocimientos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Premio del Ministro de la Educación Superior, las medallas Pepito Tey y Frank País, ser Profesora Titular y Vanguardia Nacional.
“Me considero una profesora que ayuda a todo el que le toca a la puerta sin ningún interés, para mí todos son iguales; defiendo cuando estoy en una actividad que sea la mejor, aunque tenga que pasar días sin dormir para obtener esos resultados”, aseguró.
Esta trinitaria devenida espirituana se acercó al magisterio desde la adolescencia cuando participó en la Campaña de Alfabetización como alfabetizadora en el antiguo central FNTA.
Su vida laboral comenzó en el Instituto de Economía José Mendoza, de Trinidad y desde 1988 se desempeña en la Universidad espirituana, responsabilidad que alterna con la consultora en varias instituciones especializadas.
Además, ha laborado como asesora del área contable en varias entidades del territorio, entre ellas el Hotel Zaza, el Hotel Plaza, el Combinado lácteo Río Zaza, la empresa de Correos y la propia universidad espirituana.
