La Habana, 5 dic.- La violencia, la sobrecarga doméstica de las mujeres trabajadoras, la necesidad de disponer de tiempo propio y la educación de la familia fueron temas abordados en el taller “Emprendimiento femenino. Sus emociones”, iniciativa de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente (Scpcma).
Organizada por esta institución de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, a propósito del Día Internacional de la eliminación de la violencia hacia la mujer, el 25 de noviembre, el encuentro reunió a varias emprendedoras y estudiantes de la Escuela de Oficios Gaspar Melchor de Jovellanos, del Centro Histórico habanero, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1982.
Líderes de emprendimientos como el proyecto ecológico Selva, Ciclo Ecopapel, VéloCuba y Café Oddara compartieron las experiencias de sus respectivos negocios, a la vez que intercambiaron sobre aristas de su labor, entre ellos, el éxito y la felicidad, como resultado de la construcción de soluciones a problemas que aparecen en el día a día de la vida y el trabajo.
Compartir y reflexionar
El diálogo versó acerca de la necesidad de educar a hijas e hijos en la responsabilidad, que tras un divorcio se mantenga la relación padre-hijos por el bien superior de la niñez y la adolescencia.
Igualmente, se analizaron asuntos como los cuidados, cuya responsabilidad ha estado tradicionalmente sobre los hombros de las mujeres, según los dictados del patriarcado. Otros análisis se refirieron a cómo las madres cobran conciencia de que trabajar y dejar a la descendencia al cuidado de otros no tiene que generar culpa.
Fue debatido el derecho de las mujeres –emprendedoras o trabajadoras en general– a tener tiempo para su propio disfrute, además de compartir entre todos los integrantes de la familia las labores domésticas.
Por otra parte, se destacó la importancia de distribuir bien el tiempo para dedicarle al emprendimiento y a la familia, así como la pertinencia de educar a las personas en los valores del respeto a la diversidad.
Ena María Morales, del proyecto ecológico Selva, indicó que en la comunidad Los Pocitos, en Marianao, no pocas mujeres están vinculadas a la agricultura, donde enfrentan constantemente la violencia desde lo económico y lo físico. Según dijo, fue allí donde tuvo su primer contacto con ese fenómeno en el ámbito laboral.
“Entrar en este mundo de la agricultura me hizo encontrarme con otros tipos de violencia de género, completamente diferentes, de las cuales estoy aprendiendo y aprendiendo también a enfrentar”, dijo Morales.
Laura Patricia Ruiz, de Ciclo Ecopapel, explicó la evolución de esa iniciativa fundada por Yunairy Estrada (más conocida como Yuyú), donde se produce papel a partir de materia prima reciclada, que ha servido para materiales relacionados con el género y la violencia. También recordó que la sede de ese emprendimiento ha acogido varias iniciativas relacionadas con dichos temas.
En su intervención, Yohama Curbelo, directora administrativa de VéloCuba, explicó que realizan intercambios con sus más de 40 trabajadores y, entre otros, se abordan cuestiones de género.
Este emprendimiento de reparación de bicicletas “tiene entre sus principios la inclusión y las entrevistas para la contratación de personal permite conocer a cada persona y trabajar desde lo individual aspectos donde hay carencias”, aseguró.
Estudiantes de la escuela de oficios expresaron opiniones, algunas con visiones patriarcales, sobre la incorporación de la mujer al trabajo y las labores domésticas, sus expectativas para la incursión en el emprendimiento privado una vez concluidos los estudios.
“Para mí un modelo de pareja son mi hermano y mi cuñada, ella trabaja largos turnos y ahora en la pandemia hasta de 24 horas. Ellos se comparten todas las labores, lo que les facilita la vida y evita tensiones. Eso es resultado de la educación que nos dio nuestra madre”, ejemplificó una de las estudiantes de la especialidad de yeso.
Propósito firme
La directora de la referida escuela, Martha Oneida Pérez, compartió con los jóvenes estudiantes la historia e importancia de la fecha del 25 de noviembre –en no pocos casos desconocida, pese a las campañas que por más de 10 años se realizan por ese motivo–, y la Estrategia de género de la Scpcma 2020-2022.
Recordó que desde 2017 esa sociedad civil organiza acciones por el Día de la No violencia hacia la mujer y enumeró algunas de las desarrolladas desde entonces: puestas de teatro, proyección de audiovisuales, debates, encuentro y dinámica grupal con estudiantes de la enseñanza secundaria, concierto y presentación de la Estrategia de género.
También apuntó que, durante 2020, en medio de la pandemia, el mes de noviembre estuvo dedicado a un ciclo de conferencias virtuales sobre género y familia, con temas como desigualdades basadas en género, violencia hacia las mujeres y las niñas y covid-19, género y familia.
Ahora de forma presencial, la jornada de 2021 está en consonancia con la aprobación en marzo pasado del Plan Nacional para el Adelanto de la Mujer (PAM), “que resume la voluntad del Estado cubano y constituye la guía para el desarrollo de políticas a favor de la mujer y da continuidad al desarrollo de la igualdad de género en el país”, consideró Pérez.
A su vez, expresa el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que transversalmente apunta a la temática y más específicamente con el no. 5, el cual promueve lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
La Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente es una organización sin fines de lucro que coopera con toda iniciativa que favorezca el proyecto sociocultural, de rehabilitación y revitalización de La Habana, desarrollado por la OHC.
La estrategia de género de la sociedad cubana tiene entre sus líneas de acción la articulación con organizaciones e instituciones locales, nacionales e internacionales en lo relativo al diseño, el seguimiento y la evaluación de proyectos desde la perspectiva de género. (2021)