Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, Cuba decidió no esperar al resto del mundo para desarrollar vacunas. El embargo económico de 60 años de Estados Unidos contra el país, que impide que los productos fabricados en Estados Unidos se exporten allí, dificultaría que Cuba adquiera vacunas y terapias, sabían investigadores y funcionarios. “Era mejor, para proteger a nuestra población, ser independientes”, dice Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas en La Habana.
Tense Wait for Elections Sunday July 28th in Venezuela
between the hope of change and the government’s fear campaign Supporters of the Democratic Unity Platform (PUD) attend a campaign rally in Maracaibo, Venezuela. Photo: