Entre el 2020 y lo que va de este año la economía cubana ha perdido un 13% de su PIB, cifra impactante al decir del ministro de Economía y Planificación, y que tiene entre sus principales causas el recrudecimiento del bloqueo y los efectos de la pandemia, además de las insuficiencias internas para generar bienes y servicios.
En fecha reciente se supo que estaban creadas las condiciones para iniciar un proceso gradual de recuperación de la actividad económica, con una diversificación del tejido productivo y mayor participación de los emprendimientos estatales y privados. Aunque, advirtió Alejandro Gil Fernández, “no se pueden crear falsas expectativas”, porque la contracción del producto interno bruto “no se recupera en corto plazo”.
Al actual escenario, curtido por empresas estatales, cooperativas y trabajadores por cuenta propia, ahora le nacen nuevos actores tras el estreno de las mipymes. Mayor autonomía y un ambiente monetario similar para todos son algunas de las facilidades abiertas. Pero el reto sigue estando en producir más para satisfacer las demandas no cubiertas hasta ahora, ser menos dependientes de las compras fuera de fronteras y que exista competencia y precios más asequibles.
Hasta la primera mitad de octubre, —se informó en el último Pleno del Partido— en Cuba habían 1 807 empresas estatales; 4 853 cooperativas de producción agropecuarias (CPA), cooperativas de créditos y servicios (CCS) y unidades básicas de producción cooperativa (UBPC), y un centenar de empresas mixtas.
Si comparamos estos números con los publicados por la ONEI en su acápite Organización Institucional. Principales Entidades, hay 46 empresas menos de septiembre a la primera mitad de octubre. No obstante, en el documento de la oficina de estadística nacional la cantidad de empresas creció de 1 795 en 2020 a 1 853 hasta septiembre de este año, o sea, 58 más.
Las cifras pudieran ser el reflejo de los cambios en el sistema empresarial. Por ejemplo, está la posibilidad de que la UEB se convierta en empresa independiente o en una filial. Recordemos que en las transformaciones anteriores hubo entidades que quedaron rebajadas a unidades empresariales, como los centrales azucareros, y ahora tienen quizás la posibilidad de recuperar aquella autonomía perdida.
De acuerdo con datos actualizados por el Ministerio de Economía y Planificación, actualmente hay 430 cooperativas no agropecuarias y 520 mipymes.
Y es que para generar riquezas se requiere que más cubanos se incorporen a trabajar. Según datos recientes, de enero a septiembre la economía había creado 200 000 empleos. Que estos puestos se abran en sectores productivos es la clave.
En el caso de las mipymes aprobadas, los sectores son diversos: producción de alimentos; las actividades manufactureras, como la fabricación de materiales de la construcción, de muebles, confecciones textiles, calzado, plásticos, así como productos de limpieza y aseo. Además se dedican a actividades de programación informática; recuperación de materiales y reciclaje; y servicios técnicos, entre otras.
En tanto, en el trabajo por cuenta propia (suman 20 683 proyectos de trabajo) la prestación de servicios destaca con los mayores números.
Este año se han seguido aprobando diversas medidas para transformar el sector empresarial estatal y darle la autonomía que precisa como sujeto fundamental del modelo económico cubano. Por ejemplo, más de 60 entidades ya iniciaron el proceso de redistribución a sus trabajadores sin la obligación de aplicar la escala salarial, posibilidad que se va incorporando a otras empresas.