Existe un “modelo de (anti)relación” interpersonal que tiende a intentar establecer relaciones de subordinación. Puede estar presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Especialmente allí donde alguien denominado jefe, no entiende bien cómo debe proceder en sus relaciones con las otras personas.
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¿Qué es lo que se espera de las personas con quienes nos relacionamos, subordinación o colaboración? Si queremos colaboración, entonces podemos ayudarnos con estas 10 propuestas a entender que piensan los que quieren ser colaboradores.
Decálogo del buen colaborador, para el buen Gefe
- Si cometo un error, enséñame. Muéstrame qué hice mal, y ayúdame a encontrar el mejor modo de hacerlo.
- Cuando me llames la atención, no me hagas sentir malo. Valora lo bueno que hay en mí, y convócame a multiplicar lo mejor de lo que sabes que puedo dar.
- Valora mis logros, por pequeños que sean. Ser reconocido es un derecho, y me mueve a hacerlo mejor.
- No me ciegues con lo mal hecho, dame la luz de lo que vamos a hacer. Si solo me hablas de cosas negativas, terminaras generándome desconfianza.
- Por eso, si fallo, no me quites la confianza, refuérzamela. Dime que puedo hacerlo bien, y que sabes que lo lograré.
- Nunca me hagas sentir incapaz. El incapaz no avanza, y tanto tú como yo queremos llegar lejos. Valora mis capacidades y poténcialas.
- Déjame siempre saber tus expectativas y conoce tú las mías, para que podamos construir las nuestras.
- Nunca me trates mal. El maltrato no conduce a nada bueno. No seas ríspido, ni agresivo. Sé amable, educado y sereno. Así me estarás enseñando cómo debo ser contigo.
- No me eches en cara que sabes más que yo, que lo haces mejor. Si fuera el caso, lo descubriré con tu ejemplo, y tendré las ganas de alcanzarte.
- No me mandes, oriéntame. No quiero ser tu subordinado, sino tu colaborador.
Lo de Gefe con “G” no es un error. Es un jefe que cultiva la “G”estión de las buenas relaciones con sus colaboradores.
