Por segunda ocasión consecutiva, la temporada invernal transcurrirá nuevamente bajo la influencia del fenómeno La Niña –Oscilación del Sur (AENOS), un evento natural de interacción océano atmósfera, que se caracteriza por el enfriamiento a gran escala de la temperatura superficial del mar en la zona central y oriental, del océano Pacífico ecuatorial.
Como aparece en el más reciente Boletín Mensual de la Vigilancia del Clima, confeccionado por especialistas del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, el consenso de los modelos sugiere una alta probabilidad de que perdure hasta abril de 2022.
En el caso particular de Cuba, los resultados de las investigaciones muestran que el principal impacto de La Niña ocurre durante el periodo poco lluvioso (noviembre-abril), etapa que incluye a nuestro benigno invierno, y se relaciona con una disminución de los totales de precipitación por debajo de los valores habituales.
Tomando en cuenta la evolución de los factores que regulan las variaciones del clima y lo planteado por los modelos de predicción consultados, los investigadores del Centro del Clima avizoran acumulados de lluvia inferiores a la norma en todo el país para el semestre noviembre-abril.
Dicha perspectiva se refiere al periodo estacional en su conjunto, pero no significa que cada mes tenga el mismo comportamiento al esperado.
Vale recordar que el evento La Niña suele ocasionar un descenso de las temperaturas en la gran parte del hemisferio norte.
Con relación a nuestro país, en algunos inviernos anteriores signados por su presencia, se ha observado una tendencia al aumento de días consecutivos con sensaciones de frío.