“La cobardía está tomando giros peligrosos hacia el fascismo… Cuidado. Este tipo de actos coercitivos y de coacción solo fortalecen la moral de las víctimas. Ustedes DSE sigan tratándonos como terroristas, que el 15N viene igual”, advirtió este sábado en Facebook el artista plástico Gabriel Jarquin Velásquez, integrante de Archipiélago y del movimiento 27N.
Jarquin Velásquez, quien ha manifestado abiertamente su apoyo a la Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre, compartió la denuncia de otra joven artista, Mary Esther Lemus Cordero, la víctima más reciente de un acto de repudio en su vivienda, en La Habana, una práctica que el régimen cubano ha retomado contra los ciudadanos que apoyan la convocatoria de la plataforma Archipiélago a la manifiestación pacífica del 15N.
“A las 10:10 am hicieron un acto de repudio frente a mi casa. Había hasta un hombre con un machete que atizaba contra mi muro y decía que era un mambí. (Cómo le explico que los mambises no hacían actos de repudio frente a la familia de una artista)”, escribió Lemus Cordero en un post en la red social.
La artista añade que hace la denuncia de este y otros “actos que incitan al odio y la violencia” y lamenta el daño que pueda ocasionar a su familia.
“No sé como dormirán esas vecinas que trataban de esconderse detrás de las banderas, pero aquí les muestro la mía, resplandeciente, dibujada en las manos de mi madre”, señala junto a la imagen de dos manos que ofrecen la estrella solitaria en un fondo rojiazul.
La plataforma Archipiélago ha pedido a sus seguidores, que ya suman miles en toda Cuba y el exterior, a responder con civismo frente a la ola de coacción y violencia que han desatado las autoridades cubanas ante el llamado a la protesta pacífica. Ambos artistas se han acogido a esa petición.
En un post anterior, Jarquin Velásquez envía un mensaje a la “la dictadura desesperada y acorralada”, que ha citado a su novia, Lea del Valle Fernández, a presentarse a la unidad policial de Zapata y C, en el Vedado, para una supuesta “entrevista”.
“Lea no es ninguna delincuente, ella es arquitecta, diseñadora e ilustradora, y ni siquiera se manifiesta en contra de esta DICTADURA. Entonces, ¿por qué citan a Lea? Su delito es ser mi novia, quererme, el amor. Mi “delito” es defender los derechos ciudadanos, constitucionales y humanos, que nos pertenecen a TODOS”, denunció el artivista.
Jarquin Velásquez, explica que la Seguridad del Estado busca “desmoralizar, asfixiar, aislar, quebrar psicológicamente, manipular al pueblo” para que repriman, delaten y ayuden a encarcelar a los manifestantes pacíficos, pero, advierte, “no pueden atacar A TODO EL PUEBLO! (no cabemos todos en la prisión)”.
El joven afirma que, aunque ama a Lea con todas sus fuerzas, ha decidido separarse de ella para protegerla de las amenazas de los represores.
“Me iré de su lado hasta que las circunstancias cambien. No quiero que le pase nada por mi culpa, ni a ella ni a su familia. Esto no significa que deje de amarle, simplemente es el sacrificio que debo hacer. Los tiempos difíciles necesitan cambios difíciles”, escribió.
Por último, insta a los cubanos a aprender las leyes y sus derechos, y no aceptar citaciones policiales “si no están bien redactadas y firmadas, y si no cumplen con la ley de procedimiento penal”, como recomienda la consultoría jurídica independiente Cubalex.
La semana pasada, el dramaturgo Yunior García, promotor de la plataforma Archipiélago, también fue víctima de un acto de repudio. Momentos antes, García Aguilera había sido calumniado en el programa de la televisión estatal “Las Razones de Cuba” como un “operador político al servicio de los Estados Unidos”.
Otros miembros del grupo, como la moderadora Daniela Rojo, han recivido advertencias de la policía política por supuestamente incitar a “manifestaciones y desórdenes públicos” a través de sus redes sociales.
En Santa Clara, la promotora de Archipiélago Saily González Velázquez denunció el domingo pasado, a través de una transmisión en vivo en Facebook, el hostigamiento de que es objeto por parte de la Seguridad del Estado, que busca inculparla de un delito común para desacreditarla.
“Esto asusta, sobre todo en el sentido de que el 15N es un hecho, el 15N va a pasar (…), y lo que me preocupa es que ellos infiltren, que cometan acciones que vienen de las filas de la Seguridad del Estado cubanas para seguir inculpándonos a los activistas y a los manifestantes”, concluyó González Velázquez.