Este 21 de octubre, los funcionarios respondieron a una llamada de emergencia en el set de Western, en Nuevo México, luego de que Baldwin matara accidentalmente a Hutchins, de 42 años, e hiriera al director Joel Souza, de 48 años, que se encontraba detrás de la víctima mortal.
Un audio al 911 revela el momento en el que el supervisor de guion Mamie Mitchell pide ayuda a los socorristas desesperadamente.
“Tuvimos dos personas accidentalmente baleadas en un set de filmación con una pistola de utilería, necesitamos ayuda de inmediato”, dijo Mitchell. “Estábamos ensayando y se disparó, todos salimos corriendo”.
El socorrista preguntó si el arma estaba cargada con proyectiles reales, pero Mitchell no respondió en este momento.
Durante la llamada, se le puede escuchar culpando del incidente al director asistente de la película, David Halls, encargado de garantizar que las armas seas seguras en las distintas escenas de la película.
Según una orden de registro emitida el viernes, Halls le gritó a Baldwin que el arma era una “pistola fría”, término usado en la jerga cinematográfica como pistolas que no cuentan con munición real.
“Se supone que debe revisar las armas. Él es responsable de lo que sucede en el set”, continuó Mitchell mientras culpaba a Halls por el incidente.
Ni Halls ni Baldwin sabían que el arma contenía proyectiles reales, se lee en la orden.
Fuentes cercanas a la producción le dijeron a The Daily Beast que no estaban seguros si Halls siguió el procedimiento de revisión de armas antes de entregársela a Baldwin.
No se han presentado cargos relacionados con el incidente.