Esta semana, fue impacto noticioso la partida de un numeroso grupo de profesionales de la salud, que integró varias brigadas del Contingente Henry Reeve en Pinar del Río. Concluyeron su trabajo y se marcharon de regreso a casa, orgullosos y confiados porque el descenso, aunque lento, parece definitivo. Es sin dudas es una buena noticia, que vamos a poner en contexto.
Unos 286 profesionales de la salud llegaron a la provincia desde el mes de agosto en gesto solidario, muchos de ellos poniendo en pausa sus misiones internacionalistas. Lo hicieron en aquellos días, no muy lejanos, en los que las cifras de contagio ascendían a más de 1000 casos confirmados diariamente.
Recordemos que a raíz de convertirnos en el epicentro de la pandemia en el país, se decidió reforzar la dirección técnica en cada territorio con cinco equipos de trabajo liderados por médicos con amplia experiencia en el enfrentamiento a la COVID-19 en territorios como Matanzas y Ciego de Ávila.
Junto a los trabajadores de la salud en Pinar del Río, ellos echaron rodilla en tierra para revertir una crítica situación y lo mismo podíamos encontrarlos en un hospital de campaña, un consultorio, laboratorio o una sala de terapia.
El territorio no estuvo solo y para hacer frente al violento rebrote de la enfermedad siempre contó con el apoyo del Ministerio de Salud Pública, que además de enviar profesionales mandó ventiladores pulmonares, concentradores de oxígeno y otros medios, además de fortalecer el laboratorio de biología molecular, con el objetivo de procesar en la provincia todas las pruebas de PCR que se realizaban y así evitar demoras en los resultados.
En la batalla contra el nuevo coronavirus no estuvimos solos, aunque algunos se empeñaron en decir que sí. Y tomé de punto de partida a los profesionales de la salud que despedimos este miércoles, para hablar también de todos los que han entregado tiempo, conocimiento, esfuerzo y alma a este combate contra un enemigo del aún no todo se conoce.
Y menciono entonces a los estudiantes de medicina, esa presencia cotidiana en nuestros consultorios y barrios, algo de lo que bien pueden hablar los mantuanos, que tuvieron la dicha de contar con 24 jóvenes de 5to año durante varias semanas, en el momento más agónico.
Si hablamos de impacto noticioso también habría que referirse a los trabajadores pinareños de otros sectores que han aportado y apoyado al enfrentamiento a la COVID-19, que por cierto hay que tener presente que no ha terminado.
Partieron los profesionales que vinieron a ayudar, los casos disminuyen, la vacunación se incrementa, se flexibilizan algunas medidas en el país, pero en Pinar del Río aún hay transmisión y nos toca seguir siendo responsables.
La próxima semana continuamos poniendo en contexto el impacto noticioso de la semana.