El 95 % de los kilowatts hora que se producen en el país se obtienen con la explotación de combustibles fósiles. De ese total, según datos de la Unión Nacional Eléctrica (UNE) de 2020, el 50,1 % hay que importarlo.
Sin embargo, el acceso a Cuba al mercado de los combustibles está limitado por el bloqueo y las sanciones de Estados Unidos. Además, el precio es superior para nuestro país, para cubrir el riesgo de las sanciones estadounidenses.
Es por ello que ahorrar, sobre todo en los horarios pico es vital para evitar apagones y también fallos en el sistema eléctrico por exceso de trabajo.
En Cuba hay poco más de 4 millones de clientes residenciales, cuyo consumo promedio es de 185 kWh mensual. El consumo residencial es el mayor de la nación. Así que entre todos debemos contribuir a reducirlo para el bienestar de la economía nacional y también la personal.