“¡Madrid ladrona!” Pues, si eso dicen los nacionalistas catalanes, ¿por qué no las mucamas que limpian retretes en el Iberostar Mojito Cayo Coco?
Mientras los castristas acusan a la oposición de recibir dinero del Imperio, nos enteramos por trasmano de que alguien merecidamente llamado Juan Carlos Monedero, testaferro del partido Podemos, recibió valijas diplomáticas repletas de fulas, cortesía de nuestros Comandantes.
“¡Madrid ladrona!”, repetimos, porque sabemos que el peso no vale nada, que los pobres cubanos lo usan de papel sanitario y que la única moneda que tiene valor en Cuba, la moneda que recibió Monedero como pago a los mercenarios del castrismo, es el dólar americano.
No fue la disidencia la que aceptó dinero sucio del Imperio, ¡fue Madrid ladrona! Parte de ese dinero lo remitió el exilio a través de las mulas y la Western Union, a golpe de 7 000 millones anuales, y España se lo embolsilla, no solo cuando birla remesas y vota contra nosotros en el Parlamento Europeo, sino cuando les paga salarios de miseria a sus trabajadores en Cuba, les niega derechos laborales y les regatea pensiones y retiros, privándolos de la protección que ofrece a sus nacionales.
España roba porque no perdona que Estados Unidos le haya robado Cuba en 1898, y ahora su empresariado se siente en el derecho de comportarse como una falange de mercenarios. En menos de un siglo, el dicho “¡Más se perdió en Cuba!”, se transformó en “¡Más se fachó en La Habana!”.
La Cuba reconquistada es plantación, factoría, burdel y cajero automático de los españoles. Lamento decirlo, pero en ese punto, Andrés Manuel López Obrador y Nicolás Maduro tienen razón: España debería disculparse con nuestros indígenas por sus transgresiones pasadas, pero sobre todo por las presentes.
“El Pollo” Carvajal, como un cajero enloquecido, ha divulgado las vías por las que las divisas escapaban de la isla: “Mi informante recogía el dinero en la Embajada de Cuba en Venezuela y lo entregaba a Williams Amaro”. Entonces, míster Amaro, que era el secretario de Maduro, “lo llevaba al Hotel Meliá Caracas y se lo entregaba a Juan Carlos Monedero”, ex secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos. ¡Bingo!