Estados Unidos rechazó este martes la condena, en un proceso judicial turbio y sin garantías, del activista cubano Luis Mario Niedas Hernández, sentenciado a tres años de privación de libertad por participar en las protestas anticomunistas del 11 de julio en Sancti Spíritus.
“Después de más de 100 días de las protestas del 11 de julio, más de 500 manifestantes pacíficos siguen encarcelados en Cuba mientras el régimen dicta duras sentencias, incluyendo la de 3 años impuesta al manifestante Luis Mario Niedas Hernández. Pedimos al régimen cubano que libere inmediatamente a todos los manifestantes. #PresosPorQué”, denunció en su cuenta de Facebook la Embajada de EEUU en La Habana.
El juicio se celebró el pasado 1 de octubre, bajo fuertes medidas de seguridad y sin acceso de familiares y amigos a la vista judicial, que contó con un abogado de prestigio, detalló en Facebook el activista espirituano Néstor Estévez.
Según Estévez, ni siendo inocente el letrado logró que su defendido saliera ileso de acusaciones falsas y de testigos que son funcionarios del Gobierno de la ciudad.
En días recientes, agregó, Luis Mario fue torturado y pasó una quincena dentro de una celda de castigo en la prisión Provincial Nieves Morejón.
Estévez afirma que Niedas Hernández debía hacer sus necesidades dentro de un reducido espacio que era el mismo para comer, bañarse y dormir. La familia del acusado no apelará la sentencia, seguramente por temor a represalias.
A tono con lo denunciado por Estévez, HRW dice en su informe de este martes que el gobierno cubano ha llevado a cabo, de forma sistemática, detenciones arbitrarias, maltratos contra detenidos y procesos penales abusivos en respuesta a las protestas abrumadoramente pacíficas de julio de 2021, y que los patrones consistentes y reiterados de abusos por parte de múltiples fuerzas de seguridad en distintos lugares de Cuba sugieren de manera sólida que estas violaciones de derechos humanos responden a un plan deliberado de las autoridades cubanas para suprimir y reprimir la protesta.
HRW señala que las autoridades cubanas arrestaron a cientos de manifestantes y transeúntes durante las protestas, incluyendo críticos conocidos y ciudadanos de a pie. Muchos de los detenidos fueron sometidos rutinariamente a abusos brutales durante su detención y decenas fueron procesados mediante juicios que violaron las garantías más básicas del debido proceso. Al menos un manifestante falleció. Cientos siguen encarcelados o bajo reclusión domiciliaria, incluidos algunos menores de 18 años.
La investigación de HRW indica que las manifestaciones de julio fueron abrumadoramente pacíficas. Muchos manifestantes gritaron “¡Libertad!” o “Patria y Vida”, en referencia a una canción que desafía el eslogan del régimen, “Patria o Muerte”, y critica la represión en el país.
El senador cubanoamericano Marco Rubio se sumó al repudio de la condena al activista.
“Los abusos sistemáticos de la dictadura contra los cubanos que protestaron pacíficamente el #11J, demuestra que le tienen miedo al pueblo. Tras 100 días de las históricas protestas en #Cuba, el régimen continúa arrestando a quienes salieron a demandar sus derechos básicos”, escribió en Twitter.
El Centro Cubano de Derechos Humanos dio a conocer en su reporte de septiembre el aumento de detenidos tras las manifestaciones del 11 de julio. La organización señaló que, por ese motivo, aún no se puede hablar de una cifra exacta de personas encarceladas por la protesta.
Un número significativo de adolescentes continúan presos en Cuba tras el estallido social del 11 de julio.
El Centro de Asesoramiento Legal CUBALEX estima en 15 el número de menores detenidos pero las cifras son siempre imprecisas dada la falta de transparencia de las autoridades comunistas.