La crisis climática tiene el potencial de abrumar a la humanidad, que no está preparado para un aumento sin precedentes del hambre que veremos si no invertimos en programas que ayuden a las comunidades vulnerables a adaptarse y hacerse resilientes a nuestro clima cambiante, dijo el director ejecutivo del PMA, David Beasley.
El funcionario también sostuvo que las comunidades vulnerables, una gran mayoría de las cuales dependen de la agricultura, la pesca y la ganadería, son las que menos contribuyen a la crisis climática.
Sin embargo, ellas se llevan la peor parte de los choques climáticos porque además tienen recursos limitados para mitigar sus impactos.
Para Cuba, las principales amenazas son el aumento de las temperaturas del ambiente y del nivel del mar, la severidad de los eventos meteorológicos extremos y la progresiva reducción de las precipitaciones, lo cual genera sequías cada vez más frecuentes y severas.
Lo anterior tiene impactos negativos sobre la producción agrícola, la ganadería y la industria alimentaria.
En el mensaje, emitido previo al Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre,
el PMA pidió a los líderes mundiales que reconozcan el estrecho vínculo que hay entre el hambre y la crisis climática y les insta a redoblar sus esfuerzos para abordar el clima cambiante a medida que se acerca la 26 Conferencia de las Partes (COP26).
Esa solicitud el organismo la formuló sobre la base del tema de este año para el Día Mundial de la Alimentación: ‘Nuestras acciones son nuestro futuro. Mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor’.
La jornada por el Dia Mundial de la Alimentación constituye una oportunidad para concientizar a la opinión pública sobre cuestiones relativas a la educación nutricional y la alimentación.
Cuba ha reiterado su voluntad política para sumarse a los esfuerzos de erradicar el hambre en el mundo, objetivo que promueve la agenda de Naciones Unidas para el desarrollo a cumplirse en 2030.
El PMA es la organización humanitaria más grande del mundo, que salva vidas en emergencias y da asistencia alimentaria para construir un camino hacia la paz, la estabilidad y la prosperidad de poblaciones que se están recuperando de conflictos y desastres y del impacto del cambio climático.
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