Cienfuegos, 13 oct (ACN) Tras la disminución de contagios por la COVID-19 en la provincia de Cienfuegos y la reapertura en fecha reciente de los servicios gastronómicos, estos últimos funcionan con apego a las medidas higiénicas adoptadas por el Grupo de Trabajo Temporal.
Emilia González Moreira, directora de Gastronomía del Grupo Empresarial de Comercio (GEC) del territorio, declaró a la prensa que con el funcionamiento de los salones en la mayoría de los establecimientos adoptaron una serie de normas, tales como brindar el servicio a un 50 por ciento de la capacidad.
Explicó que para evitar aglomeraciones acordaron realizar las reservaciones el día anterior, entre las nueve de la mañana y las 12 del día, lo cual pueden hacer los clientes de forma presencial o telefónica.
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Agregó que los bares se mantienen cerrados y solo los ubicados dentro de los salones pueden vender sus bebidas a los usuarios.
De los 25 restaurantes distribuidos por toda la geografía cienfueguera solo unos pocos permanecen sin abrir, porque acometen algunas reparaciones, tal es el caso de La Verja y el Covadonga, entre otros.
No obstante, el emblemático restaurante Polinesio, que unido a otras entidades forma la Unidad Empresarial de Base (UEB) de igual nombre, habilitó cinco mesas para 25 comensales en el portal de su sede, frente al parque Martí, para ofrecer alimentos al pueblo.
Teresa Méndez Sánchez, con 24 años de experiencia y actual capitana del establecimiento, apuntó que retomar el servicio a la mesa ha tenido una gran aceptación por los consumidores, hay mucha afluencia de personas y todos los días reservan en los cuatro turnos ―12 del mediodía y dos, cuatro y seis de la tarde―.
Expresó que tienen las mesas separadas a dos metros de distancia y estas se limpian con hipoclorito de sodio y agua cuando terminan los comensales, todos los insumos se friegan correctamente, a la vez que disponen de los pasos podálicos y las soluciones cloradas e hidroalcohólicas para la desinfección de las manos.
Teresa Rodríguez y Miguel Delgado, asiduos clientes, coincidieron en que los protocolos sanitarios se cumplen bien, ya que antes de entrar debieron pasar por el paso podálico, el hipoclorito y también las mesas están espaciadas.
Apuntaron que este restaurante siempre ha sido exquisito, dentro de los mejores de la ciudad, y puntualizaron que les encantan las maripositas chinas, un plato característico de ese local.
De igual forma, en el Polinesio conservan la venta de comestibles para llevar, cuya acogida en medio del fuerte azote del SARS CoV-2 ha llegado hasta la fecha, algo que agradecen los pobladores de la urbe.
Ramón Milián Abreu, residente en la cabecera provincial y comprador frecuente en esa variante, dijo que el servicio es bastante bueno, los trabajadores son muy atentos y brindan excelente atención al público.
Reconoció que la oferta depende de los productos con los que se cuenta, pero la dirección del lugar se esfuerza por lograr variedad en el menú, a precios asequibles.
En este sentido, Amauris Leonel López Pérez, director de la UEB con características especiales “Polinesio”, afirmó que con el perfeccionamiento del comercio interior y la entrada en vigor del Decreto 28/2020 “Del Modelo de Gestión Estatal de la Unidad Gastronómica de Subordinación Local”, la autogestión es el futuro de la gastronomía.
De esa forma, destacó, hemos comprado insumos a empresas estatales como Frutas Selectas (viandas, vegetales y frutas cuando hay disponibilidad), Semillas y la Pesca, además de vinos artesanales a una productora privada.
También adquirimos recursos en Venta en frontera, perteneciente a Acopio, por ejemplo, aliños, adobo, pasta de cebolla, ajo, ají, en fin, buscamos varias alternativas, concluyó López Pérez.
Junto al Polinesio, la UEB la integran La Verja, la hamburguesera Venecia, la dulcería El Recreo, el Café San Carlos, el Café San Carlos, el bar Don Luis, así como las cafeterías Expoferia y Argüelles 29.
