Al intervenir en el espacio televisivo, el Máster en Ciencias Juan Carlos Alfonso Fraga, Vicejefe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), recordó que el Código vigente es de 1975: “tiene 46 años y solo 1.8 millones aproximadamente más de cubanos que en 1975”.
Pero—sostuvo— lo importante no es el incremento de este número, sino que demográficamente Cuba tiene otra estructura, otra composición y otra dinámica. “Ello es fundamental, porque se interrelaciona directamente con la formación de los hogares y de las familias que viven en estos”, dijo Alfonso Fraga.
“Cuba es un país con una estructura demográfica diferente a la de 1975. Por ejemplo, se duplica la población de 60 años y más que había cuatro décadas atrás. Somos un país envejecido”, explicó el especialista.
Asimismo, la estructura por sexo y edad de la población cubana determina el ciclo de vida y su interrelación en las familias. “En estos momentos estamos en un ciclo de vida familiar tardío, lo cual está asociado a la acentuada disminución de la fecundidad en el país, desde hace 43 años”, remarcó.
No es un fenómeno actual, insistió el experto, sino que data de otro momento cuando las condiciones económicas, sociológicas, sicológicas, y las familias funcionaban de manera distinta a cómo funcionan hoy.
Alfonso Fraga explicó que en el año 1975, la fecundidad en Cuba—que es la variable que más actúa en el crecimiento de la población y por lo tanto en la formación de hogares y de familias— era de más de dos hijos por cada pareja, y por tanto crecíamos poblacionalmente.
Para 1978 esta variable era menor a dos, y el efecto a través de los años y la inercia de este proceso es lo que tenemos hoy: una población que decrece, en el último año de manera natural (fallecen más personas de las que nacen, aunque ello no está asociado solamente a la COVID-19, pues en nuestro país mueren cada año más de 100 000 personas), refirió.
“Tenemos una dinámica demográfica muy particular en el contexto del mundo desarrollado. Nuestros indicadores demográficos determinan un tipo de familia pequeña, con funcionalidades y estructuras diferentes. Para tener una idea, las últimas investigaciones dan cuenta que en el país hay alrededor de 3.8 millones de hogares o núcleos, con 3.2 millones de familias nucleares biológicas: mamá, papá, niño; cónyuges; familias monoparentales con uno de los cónyuges (fundamentalmente mujeres) y su descendencia… y lo que ha disminuido es la familia con hijos. Casi el 64% de los hogares en Cuba no tenían presencia en el Censo de Población y Viviendas del 2012, de niños de 0-14 años, cifra que se ha ido incrementando”, comentó el entrevistado.
Lo anterior, señaló, establece una dinámica demográfica y familiar muy sui géneris. Tenemos familias pequeñas, de alrededor de tres personas como promedio, con composiciones diferentes y con un incremento de las personas envejecidas.
“Conjuntamente con esa tendencia de familias pequeñas, se está incrementando también en el país el número de hogares unipersonales, que no son familias pues están compuestos por una sola persona”, destacó Alfonso Fraga.