Como parte de la estrategia que concibe el perfeccionamiento del comercio interior en Cuba, este año se han aprobado diferentes disposiciones legales que apuntan, precisamente, a modernizar maneras de hacer y flexibilizar modalidades de venta.
Sin embargo, aun cuando se han abierto las posibilidades legales, persisten ataduras e incertidumbres que pausan el avance de tales programas, ya sea por la poca divulgación o por la falta de conocimiento e interés de quienes deben implementarlos. Algunas de estas medidas se han perfeccionado a partir de las propias preocupaciones de la población.
Por ejemplo, en el caso de las ventas de garaje, al inicio implementadas al amparo de la Resolución 97 de 2021, a raíz de varias inquietudes, la Resolución 102 derogó la anterior, con el propósito de flexibilizar aún más, informó recientemente Francisco Silva Herrera, director general de Ventas de Mercancías del Mincin.
Una de las principales modificaciones, señaló, fue eliminar el requisito de solicitar un permiso para realizar estas ventas en garajes, portales y otros lugares, sin afectar espacios de uso común.
Destacó que la intención es que las personas puedan vender aquellos artículos que tengan en el hogar, lo mismo de uso que nuevos, y, además, ahora no requieren de una licencia comercial ni de ser trabajador por cuenta propia, ya que se trata de una actividad con carácter puntual o coyuntural, puntualizó.
Si bien, de manera general, la norma se ha ido implementando –aseveró–, hay un grupo de territorios donde se ha avanzado, pero en otros la divulgación de la medida no ha sido suficiente.
Por otra parte, dijo, a partir de la entrada en vigor de la Resolución 98, que establece los requisitos para acceder a las ventas a plazo, se han habilitado hasta la fecha 59 establecimientos con esta modalidad en el país, con mayor presencia en Matanzas, Sancti Spíritus y Las Tunas.
En este caso, la propia norma define cuáles son las mercancías que pueden venderse a plazos: muebles, colchones, equipos electrodomésticos, bicicletas y otros artículos industriales, y siempre con un valor superior a 2 500 pesos.
Con el objetivo de expandir estas facilidades de venta, se han establecido también convenios con otras formas de gestión, artesanos, el Fondo de Bienes Culturales, etc., para así situar esas producciones –mediante contrato– en los mercados industriales, acotó.
CASAS COMISIONISTAS Y GESTIÓN DE INVENTARIOS
Respecto a las casas comisionistas, una modalidad que tradicionalmente se desarrolló en Cuba, pero que luego de un tiempo dejó de tener vigencia, Silva Herrera resaltó que este año también se aprobó la Resolución 83, que busca revitalizar tal prestación.
«A principios de 2021 teníamos 62 establecimientos en el país que realizaban esta gestión de venta y, luego de aprobada la disposición, en junio, ya contamos con 211 unidades».
Entre ellas, precisó, 15 tiendas destinadas totalmente a ello y 196 departamentos ubicados dentro de otros mercados de artículos industriales; en tanto, en el último mes se han realizado transacciones por más de dos millones de pesos.
En relación con los inventarios, la viceministra del Comercio Interior, Grisel Ávila Díaz, explicó que en 2020 se aprobó el Decreto No. 29, dirigido a reducir al mínimo posible los niveles de existencia y, en tal sentido, flexibilizar y dar autonomía al sistema empresarial para comercializar los inventarios dentro y fuera del sistema. Añadió que ahora se pueden comercializar a través de la red de comercio, entiéndase mercados industriales, casas comisionistas, etc.
Sin embargo, alegó, ha transcurrido más de un año desde la aprobación del decreto y siguen siendo altos los inventarios, y, por otra parte, resulta insuficiente la gestión que realiza el sistema empresarial en materia de lento movimiento y ociosos.