Un jonronazo de Yuddiel González con un compañero a bordo le dio a Cuba su primera victoria en esta III Copa Mundial de béisbol categoría sub 23, a manos de la escuadra de China Taipéi, invicta hasta ese momento en dos salidas.
Quisieron los dioses beisboleros que en el quinto episodio después del ponche de Reinaldo Lazaga se escapara la bola, y este pudiera anclarse en la primera almohadilla para dejarle la escena lista al tigre avileño para que sentenciara el partido con su estacazo salvador, cuando los antillanos estaban debajo 1×0.
De esta manera se rompió un hechizo que ya duraba más de 11 episodios donde los maderos estaban húmedos para prender hogueras y las puertas del home-plate para la tropa de Eriel Sánchez parecían custodiadas por bestias mitológicas.
Jonathan Carbó realizó una labor meritoria al tolerar apenas una carrera en 4.2 capítulos de labor donde ponchó a seis rivales y solo permitió un par de imparables.
La anotación llegó en la misma primera entrada cuando se encaramó en el montículo con poco control en sus comandos y luego de un boleto, el tercer madero Sheng-Ping Chen lo castigó con doble remolcador.
El triunfo fue a la cuenta del zurdo matancero Naikel Cruz, en un relevo de altos kilates donde liquidó a cinco por la vía amarga en las últimas dos entradas y un tercio del partido, para mantener el cero en la pizarra.
El también siniestro Yu-Min Lin cargó con el revés aunque también protagonizó un trabajo de altura en 4.2 episodios donde ponchó a cinco caribeños pero permitió el cuadrangular que decidió el pleito.
Por Cuba también destacó con el madero el capitán Guillermo Garcia al anotarse un par de imparables en tres turnos al bate.