Que Cuba tenga uno de los índices más altos de esperanza de vida debería ser una noticia solo feliz. Pero no lo es. El aumento de la emigración de nacionales en edad reproductiva y la baja natalidad, han provocado que la isla caribeña sea uno de los países de mayor envejecimiento poblacional en Latinoamérica.
Los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información revelan además que en los últimos años mueren más personas que las que nacen. Esos indicadores negativos son una amenaza para el desarrollo económico y social de cualquier país.
Aunque los avances en el sistema de salud cubano y los programas de atención al adulto mayor facilitan el tránsito por esta etapa de la vida, «llegar a viejo» no siempre es sinónimo de tener una vejez digna.
Para identificar este reto sociodemográfico surgió Cuido60, Observatorio sobre el Envejecimiento, Cuidados y Derechos en Cuba.
Elaine Acosta, socióloga y directora ejecutiva del proyecto, explica que este tiene el objetivo de «monitorear, de manera independiente, procesos, actores y políticas para promover cambios en políticas públicas que ayuden a mejorar la situación de las personas mayores en Cuba, sus derechos y los de sus cuidadores. A su vez, pretende contribuir a la formación de las organizaciones de la sociedad civil que prestan servicios a personas mayores» para su empoderamiento.
Cuido60 pretende convertirse en una iniciativa que informe y sensibilice sobre el respeto al derecho a una vejez digna y mapee la oferta de servicios de cuidados dirigidos a este segmento de población.
«Hay múltiples formas de maltrato: al interior del hogar, pero también en el espacio público, en lo que hacemos y dejamos de hacer, en las políticas que implementan los gobiernos, en nuestro lenguaje, en nuestro trato cotidiano», explica Acosta.
En materia política una de las aspiraciones del proyecto es incidir en que Cuba firme la Convención Interamericana sobre la Protección de Derechos humanos de las Personas Mayores, «un instrumento de carácter vinculante que obliga a los Estados de la región a implementar cambios legales e institucionales de cara a promover y resguardar los derechos de las personas mayores».
El envejecimiento poblacional en Cuba es desde hace años un tema recurrente. Al cierre del año 2020 los cubanos con 60 años o más constituían el 21,3 % de la población, una cifra que se prevé aumente a un 38 % en 2030.
«Cuido60 pretende promover alianzas con la sociedad civil, organizaciones de personas mayores, universidades y centros de investigación colombianos y latinoamericanos, facilitando la participación de organizaciones de la isla y la diáspora con el fin de intercambiar experiencias y aprendizajes en el desarrollo de una cultura democrática de los cuidados y un enfoque de derechos en la atención a las personas mayores», explica Acosta.
Nacido a partir de la colaboración del Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda en Colombia y el Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de Florida (FIU), este proyecto tiene sus antecedentes en intercambios académicos, publicaciones de artículos académicos y de opinión, y el libro Crisis de cuidados, envejecimiento y políticas de bienestar en Cuba (2020).
«El libro está escrito por 12 autores, quienes por medio de 8 capítulos abordan ejes fundamentales sobre el cuidado y el envejecimiento en Cuba y lo ponen en contexto con la región», reseña la investigadora María Alejandra Lache. «Las diferentes especialidades de los autores permiten la interdisciplinariedad en el manejo de los temas de cuidados y envejecimiento, que son abordados desde diferentes disciplinas como la filosofía, la demografía, la economía, el derecho y la ciencia política, ampliando el espectro en su entendimiento».