Según una investigación de la Fundación Española del Aparato Digestivo, la acidez estomacal es uno de los problemas del aparato digestivo más frecuentes en la población. Casi todas las personas adultas en algún momento de sus vidas han presentado esa sensación de ardor y quemazón en la boca del estómago. Es bastante frecuente padecer acidez, incluso el 10% de los adultos la sufren a diario y el 30% padece sus síntomas una vez al mes según los datos de dicha Fundación. Esa molesta sensación de acidez estomacal se presenta cuando los jugos gástricos presentes en el estómago se pasan al esófago, induciendo la irritación de esa área provocando una molesta sensación de ardor o quemazón también en el pecho y la garganta. Detrás de esta afección puede haber un problema más serio como, por ejemplo, la llamada hernia de hiato, pero lo cierto es que la mayoría de los diagnósticos están vinculados a una dieta o a estilos de vida inadecuados. Por eso, para evitar la acidez estomacal basta con mantener buenos hábitos alimentarios y adecuados estilos de vida. Entre las causas que provocan que ésta aparezca, están ciertos alimentos o las bebidas alcohólicas, el estrés, las adicciones como fumar; durante el embarazo es una de las molestias digestivas más frecuentes. Aunque en la mayoría de los casos se trata de molestias esporádicas, puede convertirse en un serio problema si los síntomas se prolongan durante el tiempo sin ser investigados y tratados. Pero a veces el culpable es otro fármaco como son los ansiolíticos, los antagonistas del calcio, los anticolinérgicos, los antiinflamatorios, estrógenos y vitamina C. El consumo de medicamentos antiácidos puede ser excesivo y conlleva efectos secundarios, como el riesgo de sufrir infecciones digestivas y deficiencias nutricionales, junto a alteraciones en la llamada microbiota intestinal. Es cierto que, aunque la acidez o ardor de estómago es un problema muy habitual, existen alternativas a los antiácidos. Por ejemplo, se sabe que incorporar determinadas verduras en la alimentación ayuda a aliviar el exceso de acidez y los ardores y contribuyen a restablecer el equilibrio gástrico de forma natural, reducir el reflujo gástrico y mejorar la digestión. Los antiácidos parecen algo inofensivo y son muchos los que recurren a ellos por su cuenta y de forma habitual, pero se ha demostrado que incluso tomándolos solo una vez a la semana ya pueden ser dañinos.
EFECTOS NEGATIVOS DE LOS ANTIÁCIDOS
En ningún caso, ni protectores gástricos ni antiácidos están exentos de efectos secundarios. Entre ellos pueden debilitar los huesos. pues el calcio necesita un determinado pH en el estómago para ser absorbido; también se interfiere con la asimilación de la vitamina B12 y los cambios de humor, apatía, agotamiento y pereza son algunas de las evidencias de un déficit de esta importante vitamina. El corazón se puede resentir y también los riñones pues el uso prolongado de un tipo de ellos, los llamados inhibidores de la bomba de protones, aumenta el riesgo de enfermedad renal crónica y de insuficiencia renal. Un estudio publicado en una revista médica asegura que las personas de más de 75 años que los toman tienen un 44% más riesgo de demencia. Su abuso afecta a unas proteínas que son las que se asocian a la aparición de Alzhéimer. Según la investigación, esa relación puede darse si se toman estos fármacos habitualmente, varias veces por semana, durante un trimestre.
EL PELIGRO DEL “EFECTO REBOTE”
Los antiácidos logran disminuir en relativamente poco tiempo la sensación de acidez o de quemazón y también el reflujo gastroesofágico. Sin embargo, su uso debe ser muy bien indicado y en ningún caso puedes tomarlos más de 4 a 6 semanas y solo con el consejo del especialista en vías digestivas. Quien se excede asume el riesgo de sufrir un “efecto rebote”. Es que cuando se toma un antiácido aumenta el pH y baja la cantidad de ácido en el estómago y eso provoca que los carbohidratos se digieran peor y que aumenten ciertas bacterias por esa mala absorción. Por esa razón, se produce más gas, aumenta la presión del estómago y se debilita el cardias, una válvula del estómago y esto hace que el ácido entre en el esófago por esta válvula debilitada, lo que a su vez produce acidez y reflujo ácido.
En lugar de seguir con esta tendencia de tomar antiácidos para evitar las molestias, lo que conviene es acudir al médico, y juntos, incluso con la ayuda de alguna prueba médica si se considera necesario, diagnosticar el origen de una acidez estomacal persistente. Los alimentos que más acidez producen son el café pues además de estimular la producción de ácido en el estómago, facilita la apertura del esfínter esofágico inferior; los alimentos fritos pues son alimentos pesados, los cuales tardan en digerirse correctamente y el estómago se ve obligado a segregar gran cantidad de ácido para digerirlos; el pan procesado pues su elevado contenido en azúcares refinados y harinas blancas, además de los aditivos químicos, aumentan la cantidad de ácido en nuestro estómago; el tomate tiene alto contenido en ácido; la cebolla y el ajo producen acidez, sobre todo si se consumen crudas; el consumo de refrescos aumenta la respuesta ácida, y las de cola son aún peores, pues al contener cafeína, a la acidez que producen los refrescos se suma la de la cafeína; los condimentos fuertes y picantes pueden irritar nuestro sistema digestivo, por lo que es recomendable no abusar de ellos; la carne, sobre todo la roja, también es difícil de digerir. No es precisamente ácida, pero si uno ingiere un gran filete de carne roja debe de tener en cuenta que es posible sufrir un episodio de acidez. Abusar en exceso de todos los alimentos enumerados puede provocar ardor de estómago.
ALIMENTOS QUE ALIVIAN LA ACIDEZ GÁSTRICA
Entre ellos se encuentra el pepino pues contiene abundante agua, que alivia la acidez, pero también unas enzimas llamadas proteasas que facilitan la digestión; el brócoli es un antiácido natural, mejor al vapor o ligeramente hervido y sin excederse con el aderezo; el rábano aunque es algo picante también es alcalino y se halla entre los alimentos más indicados para prevenir el reflujo gástrico; el plátano es uno de los alimentos que ha probado su capacidad para reducir la acidez estomacal gracias a su alcalinidad. Se debe consumir bien maduro para asegurar el efecto. Por su composición y textura, parece ser una de las frutas que más ayuda, si está maduro, a calmar la mucosa gástrica y algunos estudios han comprobado que rebaja, incluso, el reflujo; los mucílagos de la leche de avena actúan como protectores del estómago y además de tomar la bebida vegetal o consumir la avena de otras formas como en copos o en grano, se puedes hervir en sopas o dejarla en remojo, en agua o leche de avena, y añadir unos trozos de platanito maduro; la fruta bomba contiene papaína, una enzima que favorece la buena digestión de las proteínas y gracias a que también es alta en fibra y agua resulta laxante y desintoxicante; las cremas de calabaza son ricas en mucílagos que suavizan y protegen la mucosa del tubo digestivo y sus betacarotenos ayudan a mantenerla sana o a regenerarla; la zanahoria es mejor en crema o asada, pues su fibra soluble calma la mucosa digestiva y su betacaroteno, provitamina A, contribuye a regenerarla; las papas hervidas o al horno, por sus propiedades emolientes, neutraliza el efecto de los jugos gástricos pero cocinada hervida, al vapor o asada al horno, nunca fritas; el melón es una fruta que sacia mucho y con muchos beneficios y se puedes consumir fresco como merienda saludable o incluirlo en recetas de ensaladas. En cuanto a carnes, lo mejor para mantener a raya la acidez son las carnes blancas como el pollo, pero éste deberemos consumirlo sin pellejo, y preferentemente al horno o hacerlo al vapor y agregarlo a una ensalada; otro alimento que se recomienda consumir cuando se padece acidez es el pescado, preferentemente cocinado al vapor u horneado. Un alimento que funciona para aliviar las molestias de la acidez y también para prevenirlas en el futuro, es el yogur natural, un probiótico esencial que nos ayuda a proteger nuestro sistema digestivo; también tomar un poco de leche descremada puede ayudar a disminuir las molestias de la acidez, pero es importante no exceder su consumo porque en vez de ayudar podría empeorarla.
RECOMENDACIONES GENERALES
Además de hacer cambios en nuestra dieta e incluir los alimentos que recomendamos para mantener a raya la acidez, existen otras cosas que podemos hacer para prevenir la aparición de ésta y disminuir sus síntomas. Algunos consejos son hacer más comidas pequeñas al día. En lugar de comer tres veces al día con grandes porciones, intentar comer seis o siete veces en medidas más pequeñas y acompañar las comidas siempre con agua y no otras bebidas, pero sin beber mucha al momento de comer y de preferencia tomar más entre comidas. Mantenerse en posición erguida después de comer e intentar no comer justo antes de acostarse y quien necesite descansar, hacerlo sentado o con la cabeza y espalda ligeramente levantadas. Evitar consumir comidas que tengan muchas especias, así como alimentos fritos. Preferentemente que todo sea hervido, al vapor o al horno. Evitar aquellos alimentos que elevan el nivel de acidez, como los muy grasos, los picantes y los cítricos. De igual forma, evitar tomar bebidas como el café, refrescos con cafeína o teína, bebidas muy azucaradas y con burbujas, pues también favorecen el ardor.
ALGUNOS PLATOS DE COCINA CONTRA LA ACIDEZ
Pescado al vapor
Si queremos elaborar platos de pescado más sanos, ligeros y sabrosos, cocinarlos al vapor es la mejor opción. Además de ser la mejor variante para una dieta sana y baja en calorías, puesto que no lleva nada de grasa añadida. De esta forma, la comida, ni se te quemará ni se te pegará, pues es una forma muy limpia de cocinar. Algo a tener en cuenta es que una mala cocción, podría hacer que el pescado quedara seco y no resultará agradable comerlo. Sin embargo, depende mucho de la manera de cocinarlo, además es uno de los alimentos más saludables, deliciosos y versátiles. El pescado al vapor, por ejemplo, es una de las preparaciones más jugosas, además podrás adaptarla a todos los gustos.
CONSEJOS PARA ELABORAR PESCADO AL VAPOR
No es necesario tener una olla de vapor o una vaporera, puedes cocinar tus recetas al vapor con una olla alta. Llénala con dos o tres dedos de agua y coloca un colador metálico sobre el agua hirviente, que será donde colocarás la pieza de pescado.
Antes de cocinar tu pescado al vapor, te sugerimos las siguientes recomendaciones:
– Escoge un buen filete de pescado o incluso una porción entera, ya que si es muy delgado podría deshacerse con facilidad.
– Condimenta el pescado antes de prepararlo con tus especias preferidas.
– Otra buena forma de darle aún más sabor a tus recetas al vapor es añadir hierbas aromáticas al agua, o unas gotas de limón, sal, pues el resultado será delicioso.
– Mejor no apilar el pescado en el colador, algunas partes pueden quedar mal cocinadas. Es fundamental que el pescado esté recto y sin ningún alimento encima.
– El tiempo de cocción variará dependiendo del grosor del pescado, que puede rondar entre 5 y 15 minutos. Por esta razón, debes ir revisando el pescado al vapor hasta que esté blando, momento en que se podrá retirar del fuego.
Pescado al vapor
Ingredientes:
-2 filetes de pescado
-1 brócoli
-2 zanahorias
-Pizca de sal, opcional
Preparación:
-Empieza cortando las zanahorias de tamaño mediano y ponerlas a cocinar al vapor
-Unos minutos después, añade el pescado para que se cocine con la zanahoria
-Pasados un par de minutos más, ya se puede añadir el brócoli, dejarlo todo siete minutos más y ya se puede servir
Crema de zanahoria
Ingredientes:
– 6 zanahorias de tamaño medio.
– 1 cebolla de mediana a chica
– 1 papa mediana.
– 1 litro de caldo de verduras casero o agua.
-Aceite de la mejor calidad posible
– Pizca de sal
– Pimienta negra al gusto
– Para decorar, un poco de perejil o cualquier hierba aromática que te guste y un poco de yogur
Preparación:
– Pelar la cebolla, cortarla por la mitad y después en ruedas
– En la olla en la que vayas a preparar la crema echa un chorrito de aceite y ponla a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente incorpora la cebolla junto con un poco de sal y cocínala durante 5 minutos. Si ves que se dora enseguida baja un poco la temperatura del fuego
– Mientras, pela las zanahorias con un buen pelador y córtalas en rodajas, que no sean muy gruesas para que se cocinen pronto pero tampoco hace falta que sean muy finas pues después lo trituraremos todo
– Pela la papa, córtala en 4 partes y cada parte en rodajas. Añádela a la olla en cuanto la tengas lista, mézclalo todo bien y cocina 3 o 4 minutos más
– Echa el caldo de verduras en la olla o el agua, siendo la cantidad ideal la que cubre justamente la verdura para que después nos quede una crema con buena textura y no demasiado líquida.
– Si has echado caldo no eches más sal pues habrá tiempo de rectificar después, pero si añades agua puedes incorporar ahora un poquito de sal. Lo que si le echa ahora es un poco de pimienta negra recién molida, aunque esto ya va en gustos.
– Poner el fuego a temperatura alta para que el líquido empiece a hervir y cuando eso ocurra baja el fuego para que esté suave, tapa la olla y deja que se cocinen unos 25-30 minutos, hasta que las verduras estén blandas. Cuando lleven 25 minutos puedes destapar la olla y pinchar la zanahoria y la papa para comprobar si están blandas
– Cuando las verduras ya están blandas retira la olla del fuego y bate la crema, con una batidora
– Bate la mezcla hasta que tenga la textura que más te guste, ya que hay quien la prefiere bien cremosa. Si te queda muy espesa puedes añadirle más agua o caldo y batir de nuevo hasta dar con la textura deseada
Ya tenemos la crema de zanahoria lista, probar la crema y rectificarla de sal si es necesario.
Esta crema de zanahoria se puede tomar caliente y recién hecha pero también templada o incluso fría, así que se adapta a cualquier época del año. Además, se conserva muy bien durante 3-4 días en el refrigerador y también se puede congelar. Es cierto que la papa cambia de textura cuando se congela, pero en esta receta la cantidad no es mucha y después de congelarse sigue estando de primera. Tomarla como primer plato, como plato único e incluso como guarnición de alguna carne o pescado.
Ensalada de pescado con pepino
Ingredientes:
– 2 tazas de pescado hervido desmenuzado
– 2 pepinos
– 1 cucharada de eneldo picado
– 2 cucharadas de yogurt natural
– 1/2 cucharadita de puré de tomate
– Jugo de ½ limón
– /4 de taza de aceite de la mejor calidad posible
– Pimienta al gusto
– Pizca de sal, opcional
Preparación:
– Combina el yogurt, el puré de tomate, el limón, el eneldo y el aceite. Sazonar al gusto.
– Pelar los pepinos y rebanarlos. Colocarlos en un tazón con el aderezo y déjalos marinar unos minutos
– Colocar en los platos los pepinos, ponerles encima el pescado y servir
Crema casera de calabaza
Ingredientes:
– 400 gr de calabaza
– 1 papa (200 gr)
– 2 zanahorias
– 2 cucharadas de aceite de la mejor calidad posible
– Agua
– Pizca de sal, opcional
Preparación:
– Para preparar la crema de calabaza, se pone a calentar 5 vasos de agua con 2 cucharadas de aceite en una cazuela al fuego
– Mientras se calienta, prepara las verduras lavándolas muy bien. Después, pela la calabaza y córtala en cuadrados grandes
– Retirar la parte inferior y superior de las zanahorias, pelarlas y cortarlas en rodajas de 1 centímetro aproximadamente
– Por último, pela la papa y trocéala como para guisar, es decir, con ayuda de un cuchillo.
– Una vez estén listas las verduras, introdúcelas en la cazuela: la calabaza, las zanahorias y la papa. Añade sal a tu gusto.
– Poner la tapa a la cazuela y deja cocinar durante 25 minutos a fuego medio, hasta que las verduras estén blandas.
– Retira la cazuela del fuego y bate todo con la batidora hasta que quede una crema fina.
También puedes añadir a la crema ingredientes para decorar como un poco de pimentón dulce. Si quieres que la crema de calabaza quede más espesa, como un puré, puedes añadir menos agua a la cazuela.
Si eres de los que les gusta probar nuevos sabores, puedes cambiar totalmente tu crema de calabaza añadiendo una pizca de cúrcuma, jengibre rallado y cilantro. También puedes darle un toque hindú con curry o inspirarte en la cocina árabe espolvoreando una pizca de canela por encima.
Pollo asado con papas y especias aromáticas
Ingredientes:
– 1 pollo
– 4 papas grandes
– 3 pimientos
– 4 cucharadas de hierbas aromáticas
– Aceite de la mejor calidad posible
– Pimienta al gusto
– Pizca de sal
Preparación:
– Cortar las papas en trozos y ponerlas sobre una bandeja de horno, junto a los pimientos, también troceados
– Ahora, limpiar el pollo de plumas y vísceras si no venía limpio de la tienda y ponerlo también sobre la bandeja de horno. Ahora, salpimentar todo el conjunto y rociar con la mezcla de hierbas aromáticas y un chorrito de aceite.
– Introducimos en el horno previamente calentado a 200ºC. Se deja durante media hora más o menos y cumplido ese tiempo le damos la vuelta para que se haga bien por todos los lados.
– Tener precaución con las papas durante ese tiempo. Si se considera que se han hecho antes de que termine el pollo, sacarlas del horno y reservar
Mermelada de fruta bomba y plátano
Ingredientes:
– 700 gr. de masa sin semillas de fruta bomba
– 2 plátanos fruta maduros
– Edulcorantes al gusto
Preparación:
– Trocea las frutas, mézclalas con el edulcorante y dejar reposar en el refrigerador durante 12 horas
– Transcurrido el tiempo de reposo, vierte la mezcla en una cazuela y cocina a fuego medio durante 40 minutos
– Ya sólo nos quedaría dejar enfriar la mermelada y guardarla en un frasco de cristal.
Para conservar bien esta mermelada, conviene esterilizar el frasco de cristal en el cual la vayamos a guardar. Para ello, hierve el frasco en una olla con agua durante 15 minutos. Después, ponlo a escurrir boca abajo sobre un paño limpio.
