Tras arribar al país procedente de Venezuela, una brigada Henry Reeve llegó a Pinar del Río para reforzar la atención de salud en la provincia de mayor complejidad epidemiológica. Un total de 57 profesionales junto a otros 55 provenientes de Ciego de Ávila, apoyarán los servicios sanitarios para enfrentar la COVID-19.
El grupo se suma a otros 79 valientes que, desde hace semanas, a su regreso de Matanzas y Qatar, laboran en los centros que atienden a pacientes positivos en el territorio.
De varias provincias cubanas llega a la solidaridad a Pinar del Río. Daysi, Rosa, Frank Alberto y sus compañeros, arribaron a Cuba luego de casi un año de misión en Venezuela y ahora continúan la labor en Vueltabajo.
«Ha sido salir de Venezuela para venir a nuestro propio país, dice la Dra. Daisy Cacho Gutiérrez, especialista en Medicina General Integral. Es una tremenda experiencia cómo no y sabremos aprovecharla en todos los sentidos desde el punto de vista profesional y el punto de vista humano».
«Es bien difícil estar en Cuba y no poder estar con la familia, queremos que ellos entiendan la gran labor que vamos a estar realizando aquí para mejorar la situación epidemiológica de nuestro país», precisó la Dra. Rosa Traba Noguerol, especialista en Medicina General Integral.
Por su parte el Dr. Diosmar Batista Mora, especialista en Medicina General Integral, enfatizó: «Vamos a dar todo de nosotros para ver una mejoría y ahí vamos para otra provincia si es necesario y hasta donde tengamos que dar el paso al frente lo haremos».
Ellos integran el grupo de 57 profesionales de la Brigada Henry Reeve que reforzará la atención médica en la provincia para el enfrentamiento a la pandemia. El municipio cabecera, hoy con la mayor tasa de incidencia de la enfermedad, también recibe el personal de salud.
La Dra. Sandra Ramírez Guzmán, directora municipal de salud en Pinar del Río dijo a Tele Pinar que «se nos asignaron 20 médicos, especialistas en Medicina General Integral que nos van a apoyar en el enfrentamiento a la COVID-19, específicamente en los centros de aislamiento que tenemos en el territorio».
No hubo abrazos familiares esta vez en Camagüey, Santiago de Cuba o en el resto de los territorios natales de estos brigadistas. La calidez de la bienvenida es el deber y la satisfacción de salvar vidas en cualquier lugar.