En el estado de Luisiana, EE.UU., al menos nueve refinerías de petróleo se han visto obligadas a cerrar o reducir sus operaciones por causa del huracán Ida, que este domingo tocó tierra allí con categoría 4.
Estas afectaciones suponen, de acuerdo con medios locales, una disminución de unos 2,3 millones de barriles diarios en la capacidad de esas plantas en todo el país, es decir, aproximadamente el 13 % de la producción total.
Según RT, como consecuencia, los precios de la gasolina en Estados Unidos subieron el lunes por la mañana casi en un 2 %, después de dispararse más del 3 % cuando comenzaron las operaciones este domingo, alcanzando los niveles más altos desde octubre de 2014.
El huracán Ida alcanzó vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora, dejando a su paso marejada ciclónica, inundaciones, daños materiales y al menos una víctima mortal por la caída de un árbol. Además, revirtió el flujo del agua en el río Misisipi provocando un cambio de dirección y un aumento de más de 7 metros en su nivel acuífero.